Vuelo nocturno

*Por MemoVan

Mientras sobrevuelo la ciudad de Atlanta, la oscuridad de la noche llena toda la vista en la cabina. Donde quiera que mires, el manto estrellado rodea completamente todo el panorama. Si te asomas por las ventanas del avión, puedes ver manchas de luces amarillas y blancas que iluminan y delinean las ciudades y los “pueblitos” que van quedando detrás en el camino.

Son las 2 a.m. y definitivamente no son horas para estar despierto, y menos cuando te sientes completamente solo en la inmensidad de la noche. Bueno, acompañado únicamente de uno que otro vuelo que también es nocturno. Los 100 pasajeros que vienen esta noche a bordo descansan detrás de nosotros, la tripulación de cabina y el Capitán, intentan hacer la plática con temas algo errantes y curiosos; no sé si es por la hora o porque definitivamente no hay algo interesante que platicar.

Pasan un par de horas y sigo observando pantallas, escuchando las dormilonas y limitadas comunicaciones en los radios y contando los minutos de manera regresiva para llegar a nuestro destino, el revisar como pasamos punto por punto de la ruta establecida provoca algo de somnolencia. Pero llega un momento en donde piensas muchas cosas, tal vez demasiadas y el sueño se va.

Estamos por llegar, las comunicaciones en radio que por la hora son casi nulas, pasan de ser en inglés a español. Planeamos llegar antes de lo planeado, una gran ventaja si se tienen en cuenta que cuando lleguemos habrá que manejar para poder llegar a cama y recuperar el sueño que estamos posponiendo. Espero poder “ganarle” al tráfico de la ciudad que hoy en día no descansa y mejor aún adelantarme al amanecer, que por más hermoso que sea, hoy es el peor enemigo para poder conciliar el sueño.

Es difícil mantenerse despierto a estas horas; el cuerpo no responde igual y llega un frío que no calma ni el saco del uniforme, no sé si sea porque son las 5 de la mañana o porque la desvelada está causando estragos. Por lo pronto imagino mi cama y el calor de las cobijas.

Ya es un nuevo día, pero para mí, está terminando…