El Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido ha pedido a los líderes mundiales que viajen a Londres para el funeral de la reina Isabel que viajen en vuelos comerciales y autobuses a la Abadía de Westminster, donde se llevará a cabo el funeral el próximo lunes.
El funeral de la Reina será uno de los eventos internacionales más significativos que acoja el Reino Unido en los últimos años, quizás uno de los eventos más importantes en décadas. El servicio atraerá a líderes de todo el mundo a Londres. El Reino Unido anticipa una asistencia tan grande que solo se permitirá la asistencia de un representante de alto nivel de cada país.
Se ha informado a los pasajeros que vuelan a través de los aeropuertos del Reino Unido que “eventos imprevistos pueden requerir que los vuelos comerciales y privados se desvíen”. El departamento también agregó que el aeropuerto de Londres Heathrow no estaría disponible para vuelos privados o estacionamiento de aeronaves. También se les ha dicho a los jefes de estado que no se permitirán vuelos en helicóptero entre los aeropuertos y las sedes debido a la cantidad de vuelos que operan en este momento.
¿Veremos al Air Force One?
El escenario más probable es que el Servicio Secreto y la Fuerza Aérea rechacen cortésmente la solicitud del Ministerio de Asuntos Exteriores.
El Presidente probablemente volará a Londres a bordo del Boeing 747, esto debido a las condiciones del vuelo (trasatlántico) y a la prontitud de los eventos. Es muy poco probable que haya margen de negociación en cuanto a la seguridad del mandatario estadounidense.
Otra opción es modificar la ruta que habitualmente tomaría el mandatario y usar otro avión, el cual podría acomodarse en un aeropuerto más pequeño a las afueras de Londres, generando menos interrupciones dentro del espacio aéreo.
El escenario menos probable es que Joe Biden viaje a Londres en un vuelo comercial.
Una vez llegando a Londres, los problemas no dejan de ser significativos, pues los viajes terrestres dentro del país siguen siendo un desafío. Se les ha dicho a los líderes que serán transportados en autobuses a la Abadía de Westminster en Londres para reducir la congestión del tráfico vehicular en las calles de Londres. Esto también amenaza a los líderes mundiales.
