Las autoridades austriacas monitorearán de cerca las aguas residuales de los aviones provenientes de China debido a las preocupaciones sobre la situación de COVID del país. La mayoría de los países europeos están a favor de implementar restricciones a los visitantes chinos, una medida que China ha condenado.
El Ministerio Federal de Asuntos Sociales, Salud, Atención y Protección del Consumidor de Austria ha revelado planes para analizar muestras de aguas residuales de vuelos con origen en China a partir de la próxima semana. Un fuerte aumento en los casos de COVID en China ha generado temores de que puedan surgir nuevas variantes capaces de evadir las vacunas.
El Ministerio de Salud de Austria dijo:
“A partir de la próxima semana, Austria examinará muestras de las aguas residuales de los aviones de China…Las autoridades también planean monitorear las aguas residuales en destinos populares entre los visitantes chinos, incluido el pueblo de Hallstatt, un lugar turístico de renombre. De hecho, Austria ha mantenido un programa de monitoreo de aguas residuales en Viena y Salzburgo desde principios de 2021 para realizar un seguimiento de las nuevas variantes.”
“Con esto, se examinan regularmente algunos lugares visitados con frecuencia por turistas de China. Esto permite descubrir nuevas variantes del virus, incluso si los visitantes de China no han ingresado al país con vuelos directos”.
El anuncio se produce solo un día después de que Bélgica declarara que implementaría un programa similar de monitoreo de aguas residuales en los vuelos de China. En declaraciones a medios, Steven Van Gucht, del instituto nacional de salud pública Sciensano, dijo que la iniciativa era más un intento de verificar que los datos que reciben de China son precisos, en lugar de rastrear a las personas infectadas.
