Alaska Airlines tendría que pagar US$160 millones a Virgin Group

Virgin Group ha iniciado un proceso de demanda en contra de Alaska Airlines, que absorbió la subsidiaria Virgin America en 2018, dicha demanda pretende que el grupo americano pague alrededor de US$160 millones por concepto de regalías, esto incluso si la marca “Virgin America” ya no esté en uso. El juicio tendrá lugar en Londres. 

La parte demandante alega que Virgin en conjunto con Virgin America, alcanzaron un acuerdo en el año 2014 mediante el cual se estipula que la subsidiaria tiene la obligación de pagar “regalías mínimas” de US$8 millones al año, hasta 2029. 

“La regalía mínima se debe como una deuda, como contraprestación por la concesión del derecho a usar la marca Virgin, independientemente de si Alaska usa realmente la marca Virgin, y en qué medida”, dijo el abogado de Virgin, Daniel Toledano, en presentaciones escritas al comienzo de un juicio de una semana en el Tribunal Superior de Londres.

Virgin otorgó una licencia de marca registrada a Virgin America para usar la marca Virgin en relación con la operación de una aerolínea nacional de EE. UU. antes de que Alaska Air Group completara su adquisición de Virgin America por $2.600 millones.

Alaska fusionó sus operaciones con Virgin America en 2018 y dice que dejó de usar la marca Virgin al año siguiente. Virgin argumentó que Alaska Airlines, como sucesora legal de Virgin America, está obligada a realizar el pago anual, incluso si ha dejado de usar la marca Virgin.

Según información de Reuters, los abogados de Alaska le dijeron al juez Christopher Hancock que una cláusula introducida en una versión anterior de la licencia de marca registrada para abordar las preocupaciones del Departamento de Transporte de EE. UU. le da a Alaska “total libertad” para realizar sus operaciones sin pagar regalías a Virgin siempre que no utilice sus marcas registradas.

Virgin Group ha argumentado que al momento de buscar la opción de operar una aerolínea nacional en EE.UU., se contempló el escenario de que la marca pudiera operar “libremente sin tener que llevar el nombre”.


“Si Alaska realmente estaba sujeta a una obligación de nueve cifras que abarcaba décadas, uno esperaría que eso se explicara claramente”, argumentó Weisselberg en presentaciones escritas.