Por instrucciones de EASA, Turquía dejará de entrenar pilotos rusos

Turquía es de los pocos países que no ha impuesto sanciones económicas a Rusia, esto debido al fuerte lazo comercial que mantienen ambas naciones. De igual forma, Turquía ha mantenido sus fronteras abiertas para los vuelos provenientes del país liderado por Putin; sin embargo, en días recientes el centro de adiestramiento de Turkish Airlines ha negado a las tripulaciones rusas el uso de sus simuladores.

Esta no es una decisión que venga de los altos mandos dentro del gobierno turco, de hecho es gracias a la buena relación que mantienen ambos países que se dice que el conflicto en Ucrania podría terminar pronto. Dichas medidas han sido impuestas directamente por el centro de capacitación de Turkish Airlines, el cual está certificado por EASA, agencia reguladora de aviación en Europa, la cual ha impedido cualquier tipo de relación con Rusia. 

“Las aerolíneas rusas ya no podrán enviar pilotos a Turquía para entrenamiento de simulación de vuelo (FSTD). Debido al endurecimiento de las sanciones, los centros de entrenamiento de aviación turcos dejan de trabajar con transportistas de Rusia. Por lo tanto, el centro de entrenamiento de Turkish Airlines notificó hoy a las aerolíneas rusas que, de acuerdo con el endurecimiento de las sanciones por parte de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), se ve obligada a dejar de trabajar con empresas de Rusia, ya que todos los FSTD están aprobados por EASA”. Anónimo

“EASA ha suspendido todos los certificados de calificación de dispositivos de entrenamiento de simulación de vuelo (FSTD) emitidos por EASA a organizaciones en Rusia”. Comunicado EASA

Cualquier persona que entrene al personal de la aviación rusa puede correr el riesgo de sufrir sanciones. Esta decisión por parte de los centros de capacitación en Europa genera un problema importante para la formación de los pilotos rusos, los cuales carecen de acceso nacional a los simuladores de fuselaje ancho.

Los pilotos deben someterse a un entrenamiento de simulación dos veces al año. Si bien Rusia puede haber saltado algunos obstáculos legales al volver a registrar aviones de propiedad extranjera a nivel nacional, no puede hacer la vista gorda con tanta facilidad ante su propia legislación de aviación, que establece que los pilotos que no cumplan con los requisitos de capacitación ya no podrán volar. 

Incluso si el país pudiera sortear de alguna forma el problema de la aeronavegabilidad de la flota y canibalizar sus aeronaves de larga distancia para obtener piezas, no se permitirá que los pilotos vuelen estos aviones.