Informe presentado por el Senado de Estados Unidos critica a la FAA y a Boeing sobre la recertificación del 737 MAX

Un nuevo informe publicado por el Senado de los Estados Unidos relacionado a cuestiones con la supervisión de la seguridad en el proceso de recertificación del Boeing 737 MAX ha emitido fuertes críticas tanto a la FAA como al fabricante. 

Entre las principales conclusiones del reporte del Comité de Comercio publicado a última hora el pasado viernes 18 de diciembre, se indica que Boeing “influyó de manera inapropiada” en los pilotos de la FAA que realizaron las pruebas de simulación de factor humano en relación con los tiempos de reacción de la tripulación de vuelo ante una falla en el Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS) identificado como un factor clave en los dos accidentes mortales que provocaron la puesta en tierra de la aeronave.

Boeing no respondió directamente a la acusación planteada en el informe titulado “Supervisión de la seguridad de la aviación”. 

“Nos tomamos en serio los hallazgos del comité y continuamos revisando el informe en su totalidad”, declaró el fabricante americano. 

El enfoque principal del documento son las acusaciones planteadas por primera vez por los denunciantes de que múltiples aspectos del papel de la FAA en el proceso de recertificación eran “insuficientes” e “inadecuados”.

“La investigación reveló que estas tendencias a menudo iban acompañadas de represalias contra quienes informan violaciones de seguridad y una falta de supervisión efectiva, lo que resulta en una cultura de gestión de seguridad fallida de la FAA”, concluyó el comité en el resumen ejecutivo del informe.

Además de la alegación de que Boeing ejerció una influencia indebida en las pruebas de recertificación, el reporte emitió cinco conclusiones principales. Encontró que los altos directivos de la FAA no se han hecho responsables de su falta de capacitación en estándares de vuelo adecuados y que la agencia “continúa tomando represalias contra los denunciantes en lugar de dar la bienvenida a sus revelaciones en interés de la seguridad”.

El comité, presidido por el senador Roger Wicker (republicano por Mississippi), también alegó que la FAA permitió que Southwest Airlines continuara operando 88 aviones B737 “en una condición de aeronavegabilidad desconocida” entre 2013 y 2017. El escrito agrega que las vidas de millones de pasajeros habían sido puesto en riesgo en el proceso.

El presidente del comité Roger Wicker se quejó específicamente de que la Oficina del Asesor Jurídico del Departamento de Transporte no presentó los documentos pertinentes. El informe también afirmó que los líderes principales de la FAA podrían haber obstruido una revisión de los accidentes del MAX realizada por la Oficina del Inspector General del departamento.

El comité dijo que la FAA ha respondido a menos de la mitad de las 30 solicitudes específicas de información. Agregó que la agencia no ha logrado que todos los empleados solicitados estén disponibles para ser entrevistados. 

De las entrevistas realizadas con el personal de la FAA, el informe destacó “inconsistencias, contradicciones y, en un caso, una posible falta de sinceridad”.

El comité dijo que todavía está revisando la información recibida de denunciantes adicionales y presionando a la FAA para que obtenga toda la información solicitada.

La FAA levantó la puesta en tierra de la flota de equipos 737 MAX registrados en los Estados Unidos el pasado 18 de noviembre, y su contraparte brasileña hizo lo mismo unos días después. Sin embargo, EASA y Transport Canada están tardando más en revisar las directivas de aeronavegabilidad propuestas, que se espera sean publicadas durante enero.