Las materias primas del sudeste asiático pueden abastecer aproximadamente el 12% de la demanda mundial de combustible de aviación sostenible (SAF) para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas de la industria de la aviación comercial para 2050, según un informe desarrollado por Roundtable on Sustainable Biomaterials (RSB) y respaldado por Boeing.
La evaluación de materias primas sostenibles, que abarca 11 países del sudeste asiático, encontró que la capacidad de materias primas de origen biológico de la región puede producir aproximadamente 45.7 millones de toneladas métricas de SAF por año para 2050.
Además, aproximadamente el 75% de la materia prima potencial de SAF puede obtenerse de desechos agrícolas y posconsumo, incluidos la mandioca, la caña de azúcar y los desechos sólidos municipales; las cáscaras y la paja de arroz.
La disponibilidad total de materias primas de Indonesia, Tailandia, Vietnam, Malasia y Filipinas representa aproximadamente el 90% de la capacidad de suministro de SAF de la región.
“Esta investigación confirma la diversa disponibilidad de materias primas de SAF del sudeste asiático y el inmenso potencial para ayudar a satisfacer la demanda mundial de SAF”, dijo Sharmine Tan, directora regional de sostenibilidad de Boeing para el sudeste asiático. “Con los gobiernos regionales y la industria trabajando juntos en políticas de sostenibilidad e inversión en infraestructura, escalar la producción local y construir una capacidad regional de SAF brinda al sudeste asiático una oportunidad emocionante para ayudar a dar forma a un futuro de vuelo más sostenible al tiempo que protege su medio ambiente y hace crecer su economía”.
El SAF sin mezclar, o “puro”, que está totalmente libre de combustibles fósiles, ofrece el mayor potencial para reducir las emisiones de carbono de la aviación durante los próximos 30 años, ya que puede reducir las emisiones durante el ciclo de vida del combustible hasta en un 84%. En 2023, el SAF solo representó el 0.2% del uso mundial de combustible comercial.
“Nuestra investigación no solo tiene en cuenta los volúmenes potenciales de materia prima disponibles en el sudeste asiático, sino también su sostenibilidad ambiental y social en términos de impactos en la deforestación, el agua y la seguridad alimentaria”, afirmó Arianna Baldo, directora del programa RSB. “Estos resultados pueden ayudar a orientar el suministro futuro de materia prima para la extracción de SAF, incluida la exploración de otros materiales de desecho agrícolas e industriales”.