Por: Gustavo Ferrer
Venezuela continúa siendo el principal dolor de cabeza para la IATA y para aerolíneas que operan en dicho País. Luego de que el Gobierno de dicha nación suramericana obligara a toda aerolínea que opera en territorio venezolano a cobrar el costo de los boletos en moneda local (Bolívares Fuertes), el Ejecutivo liderado por Nicolás Maduro suma un adeudo de alrededor de $3,700 millones de Dólares que no les permite a las operadoras, repatriar sus ganancias a sus matrices en diferentes países.
Ahora la pregunta que todo el mundo se hace: ¿Cómo un País como Venezuela con todos los recursos que genera por las ventas del Petróleo, multimillonario como pocos puede tener una deuda tan gigantesca?
Por una parte, el control cambiario que rige en el País desde el Gobierno de Hugo Chávez y que se ha intensificado con la llegada de Maduro. Toda empresa que opere en Venezuela tiene derecho a cierta cantidad de dólares al año; sumemos el precio del Petróleo que cae en picada estrepitosamente (y como sabemos cerca del 80% de los ingresos de Venezuela dependen del crudo); las pocas ganas de invertir en el País por parte de sectores privados por la extrema fragilidad de la economía de una Venezuela que tiene que hacer colas de hasta 3 horas para poder comprar artículos de primera necesidad (muchos de ellos regulados) y si a eso le incluimos la reciente crisis política con enfrentamiento de los poderes públicos, podemos concluir: Nadie quiere entrar en Venezuela, es una locura hacer negocios ahí, sería como intentar aterrizar en un aeropuerto dentro de la Cordillera de los Andes con visibilidad “cero”.
NEGOCIAR Y ACORDAR
Ante este tipo de situaciones lo más lógico es utilizar la diplomacia, negociar y llegar a un acuerdo entre las partes involucradas. Pero hacer esto con un Gobierno que no puede negociar con una oposición dentro de su País, o que no puede solucionar los problemas internos tan básicos como el abastecimiento de comida y artículos de primera de necesidad es más difícil de lo que se piensa. La IATA, de la mano de Tony Tyler intentaron mediar en esta situación (en el caso de las aerolíneas) y terminaron de “inocentes” creyendo en las palabras del Gobierno que repito, su palabra “no tiene valor”: “En Marzo, el Gobierno venezolano prometió devolver la deuda a las aerolíneas a un tipo de cambio justo. Desde entonces apenas se ha avanzado en esta línea. Las aerolíneas no pueden operar de forma indefinida si no cobran”, según Tony Tyler. Se ha hecho una hoja de ruta, un calendario de pagos, se prometió establecer un tipo de cambio “justo” y nada se ha cumplido. Todo sigue estancado. En algún momento las aerolíneas empezaron a hacer cierta “presión” al Gobierno amenzando con salir de Venezuela, otras reduciendo al máximo sus frecuencias (ejemplo Iberia que de pasar de 1 vuelo diario lo redujo a 1 vuelo semanal) u otros mandando sus aviones más pequeños. Nada funcionó. “Si se van, no van a regresar nunca más” palabras de Nicolás Maduro que lejos de querer negociar y llegar a acuerdo, lo único que hizo fue amenazar.
¿QUÉ SIGUE?
Por ahora la situación está estancada. Nada más se ha hablado. Las aerolíneas poco a poco intentan retomar la normalidad pero a su vez intentan minimizar las pérdidas (Por ejemplo Iberia luego de reducir sus frecuencias a 1 semanal no ha logrado recuperar su vuelo diario y se mantiene en sólo tres vuelos a la semana bajando la cantidad de asientos de A340 a A330). La realidad es que mientras el Gobierno de Maduro siga en el poder, manteniendo la misma política económica, no se va a avanzar en nada y la deuda irá en incremento. En especial considerando que el país afronta problemas críticos de mayor importancia (abastecimiento de comida y medicinas).
Por lo pronto, las aerolíneas que mayor adeudo tienen con Venezuela son:
A continuación podrás ver un claro ejemplo de cómo se ha ido modificando la operación regular de vuelos sólo si hablamos de las aerolíneas internacionales. No hay una sola operadora que no haya hecho ajustes de reducción en sus operaciones:
AEROLÍNEAS VENEZOLANAS
Lejos y muy en el pasado, quedó la glamourosa época de oro de la aviación venezolana, en donde teníamos una insignia de lujo como VIASA con gran parte de su flota conformada por aviones de doble pasillo como el DC-10-30 volando por toda América y Europa; una Avensa que dominaba el mercado aéreo nacional y hacia Estados Unidos; esa que tenía vajilla china para su Primera Clase o que contaba con azafatas salidas del “Miss Venezuela” que hacía que en el exterior más de uno esperara el vuelo de ésta aerolínea, o la antigua Aeropostal que era insignia en el interior de Venezuela. Vivíamos con los aviones más modernos, aerolíneas de lujo y de clase mundial que podían competir fácilmente a nivel internacional.
Desgraciadamente la aviación venezolana está pasando por una de sus peores épocas:
- No hay una aerolínea bandera que realmente represente a los venezolanos en tanto en el interior como en el exterior del país
- Debido al deterioro actual de la flota, muchas veces por falta de repuestos las aerolíneas no pueden cumplir con los horarios de itinerarios, por lo que es común ver retrasos de 3, 4 o hasta 9 horas de un vuelo
- La edad de la flota es verdaderamente vergonzosa. En América, sólo somos superados por Bolivia en cuanto a flota antigua. Es triste, ver como Colombia, Brasil, Chile, Perú, México renuevan constantemente su flota con aviones modernos y como aerolíneas del caribe (Jamaica, Guyana u otras islas pequeñas) cuentan con una flota más moderna que la venezolana. Un país que es rico en petróleo y que tiene un potencial de turismo increíble no pueda tener más que los aviones que desechan en otros países como los antiguos MD-80, Boeing 737-200 y en el mejor de los casos Boeing 737-400. La única que se llega a “salvar” es Conviasa; y no podría considerarse ya que es una aerolínea estatal y que recibe todo el apoyo (y hasta subsidios) del Estado Venezolano, lo que la pone en clara ventaja frente a sus competidoras.
- Ante la actual crisis que se mantiene con las aerolíneas internacionales, a causa de la deuda que el Gobierno de Venezuela tiene con ellas; no hay, no existe ninguna aerolínea venezolana capaz de reemplazar o cubrir a las que en su momento se puedan ir.
- Se ha notado (A causa de la misma falta de flota y los altos precios de los boletos) la disminución considerable de las frecuencias tanto a destinos venezolanos como a destinos internacionales. Antes, cuando una sola aerolínea podía tener hasta 12 vuelos diarios Maiquetía- Porlamar (principal destino turístico de Venezuela), hoy si acaso pudieran tener entre 4 a 6 vuelos diarios. A destinos internacionales está peor la situación. No hay aerolínea venezolana con capacidad a volar a destinos como Ciudad de México, Buenos Aires, Roma, Nueva York o Sao Paulo. Destinos; que de acuerdo a tratados bilaterales tienen autorización para volar una dos o tres aerolíneas de cada país y que ahorita, son operadas únicamente por extranjeras (Aeroméxico, Aerolíneas Argentinas, Alitalia o GOL y TAM).
- El gobierno venezolano no se ha preocupado en lo más mínimo para invertir, acondicionar y mejorar la infraestructura aeroportuaria venezolana. Así es como vemos (por ejemplo) la principal puerta de entrada a Venezuela; el Aeropuerto Internacional Simón Bolivar de Maiquetía, tener varios cierres por apagones en sus instalaciones, o la caída de aguas negras dentro del mismo. Ni qué decir de otros aeropuertos como el de Valencia que claramente se quedó chico para las operaciones que actualmente tiene.
Por estas razones y muchas más, podemos decir que actualmente es deplorable la situación de la aviación venezolana y que ésta pasa por una de sus peores épocas (si no es que la peor)