Dado que su único proveedor de motores ha detenido la reparación y el mantenimiento de sus aeronaves, varias aerolíneas rusas que operan el Sukhoi Superjet 100 advierten que es posible que pronto deban permanecer en tierra.
En una carta a la que tuvieron acceso medios locales, una aerolínea con sede en Irkutsk, Rusia, advirtió a las autoridades regionales que es posible que las compañías aéreas rusas que operan el avión Sukhoi Superjet 100 no puedan volarlo por mucho tiempo. La gerencia de otras tres aerolíneas rusas expresó preocupaciones similares, y una dijo que podría verse obligada a dejar de usar el Superjet a partir de otoño de 2022.
Las sanciones internacionales impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania significaron también el no poder garantizar la reparación y el mantenimiento de los motores SaM146. A fines de marzo de 2022, PowerJet, el fabricante ruso-francés de los motores SaM146, dijo que suspendería sus servicios de mantenimiento y reparación de motores.
Las flotas de las tres aerolíneas más grandes de Rusia se componen principalmente de aviones fabricados por Airbus y Boeing. Pero tanto Boeing como Airbus dejaron de dar servicio a los aviones rusos, es decir, suspendieron el suministro de piezas, el mantenimiento y los servicios de soporte técnico. Los arrendadores extranjeros, habiendo cancelado los contratos y exigido la devolución de sus activos, podrían apoderarse de la aeronave si volara fuera de Rusia.
Por lo tanto, Rusia decidió revivir los programas de aviones domésticos como el Ilyushin Il-96 de la era soviética y el Tupolev Tu-214, así como poner más esfuerzo en el Sukhoi Superjet 100.
Los 150 Superjets actualmente en operación, principalmente con Aeroflot y sus dos subsidiarias, Rossiya y Red Wings, evitarán volar rutas internacionales para no ser incautadas.