No, en este post no vamos a discutir acerca de la seguridad actual de Qantas: que es sin duda alguna una aerolínea envidiable en cuanto a seguridad. Pero hay un mito, altamente aceptado en el mundo de la aviación, que esta semana se ha vuelto a expandir como la pólvora a cuentas de que Airlineratings.com haya vuelto a poner a los australianos como la aerolínea más segura del mundo. Y es que si revisas varios medios y blogs españoles que copian/pegan recopilan noticias de aviación, se afirma lo siguiente:
AirlineRatings.com, la cual presentó su lista anual en el 2013, dice que la compañía australiana tiene un “extraordinario récord” al no registrar víctimas mortales desde el advenimiento de los viajes en avión.
No hay que culparles ya que incluso Hollywood se ha hecho eco de este mito. Y si no, atentos a esta conversación entre Tom Cruise y Dustin Hoffman en “Rain Man” cuando Raymond, el personaje de Hoffman, se niega a abordar el avión al considerarlo inseguro:
- Cruise: “Todas las aerolíneas han tenido un accidente en un momento u otro y no significa que sean inseguras“
- Hoffman: “Qantas“
- Cruise: “¿Quantas?“
- Hoffman: “Qantas nunca ha tenido un accidente“
Pero ¿es cierto que Qantas nunca haya tenido un accidente con víctimas mortales? NO.
Para comenzar si entras en la web de airlineratings.com la misma noticia ya da una clave: “Top of the list for the third year is Australia’s Qantas, which has a fatality free record in the jet era – an extraordinary record“. Es decir: desde la era de los jets, que podríamos situarla en 1952 con la entrada en servicio del de Havilland Comet, Qantas no ha tenido ningún accidente mortal, que no es lo mismo que “no registrar víctimas mortales desde el advenimiento de los viajes en avión“.
Para desmentir dicho mito basta con una búsqueda en Internet para encontrar el listado de los 12 accidentes mortales de Qantas: el último de ellos sucedió el 10 de Julio de 1951 cuando un de Havilland DHA-3 Drover termino en el mar en Lae (Papua Nueva Guinea) con 7 víctimas mortales. Eso sí, a favor de Qantas hay que decir que operando un avión que era poco más o menos que la ruleta rusa de los cielos.
Y es que el DHA-3 Drover tenía un problema de excesivas vibraciones producidas por la hélice del motor central de la aeronave. De hecho se considera que el fallo del motor central de Drover hicieron que este terminara fuera de sus anclajes y provocara un fallo estructural que derribara a la aeronave de Qantas.
El peligroso historial del Drover proporcionó poco después otro incidente con un DHA-3 operado por el gobierno australiano, en el cual una hélice se salió de la montura del motor y termino incrustada en el fuselaje de la aeronave dañando el pie del piloto (para más INRI el avión fue amerizado por un pasajero al quedar el piloto inconsciente).
Como pueden suponer esto supuso el fin de la operación del Drover por parte de Qantas… pero no de las pesadillas de la aerolínea australiana con dicha aeronave: en septiembre de 1952 otro Drover se disponía a hacer un vuelo ferry para su mantenimiento programado. Durante la carrera de despegue su motor central se desencajó debido (de nuevo) a las vibraciones de la hélice. En esta ocasión la suerte hizo que el incidente se produjera en carrera de despegue y el piloto pudiese abortar a tiempo. Tras ese incidente Qantas almacenó todos sus Drovers e incluso un par de ellos ni siquiera llegaron a volar: de la fábrica al hangar.
Así que ya saben: Qantas sí que ha tenido accidentes mortales pero hace casi 65 años atrás, lo que es sin duda alguna un logro impresionante y más que admirable. Y que quede claro: el registro de Qantas es un ejemplo a seguir.
BONUS TRACK: la historia del DHA-3 Drover queda perfectamente reflejada en la página personal de Geoff Goodall. Altamente recomendable para echar una tarde leyendo la historia de un avión poco conocido y que tiene el maldito estigma de ser el avión que operaba Qantas en su último accidente hace casi 65 años.