Por José Antonio Tena Sendra
¿DE DÓNDE SALIÓ LA NECESIDAD DE IR A SANTIAGO?
Cada año, buscamos seguir creciendo y seguir mejorando como medio de comunicación que somos. Hemos participado en eventos de aviación alrededor del mundo ofreciendo las mejores coberturas como el Paris Air Show, Miramar Air Show o Farnborough. Es por eso que en 2016 teníamos un nuevo reto: participar en el evento de aviación más importante de América Latina: La Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE).
Para poder estar presentes era necesario contar con un buen equipo que cubriera FIDAE y también con el apoyo de un patrocinador que representara la importancia de esta misión. Aeroméxico cubría y superaba estas expectativas. Contar con el apoyo de la principal aerolínea de México, de la línea que une a todos los mexicanos (si como lo mencionan en su video de seguridad) era un orgullo para el equipo de EnElAire. Aeroméxico no sólo nos permitió llegar a Santiago de Chile; sede de FIDAE, sino que también nos permitiría conocer y experimentar su servicio en vuelos de largo radio.
PREPARACIÓN Y SALIDA: NUESTRA EXPERIENCIA EN TIERRA CON AEROMÉXICO
La información de nuestra reservación la recibimos unas semanas antes de nuestro vuelo. Tuvimos la oportunidad de revisar los datos del viaje y como buenos aficionados de la aviación seleccionar los mejores asientos disponibles: las ventanillas de lado izquierdo del avión nos permitiría ver en primera fila una postal que no se ve en todos lados como es el descenso y aterrizaje acompañado con los Andes chilenos.
Nuestro vuelo saldría a la medianoche. No sería el único ya que dentro de la reestructura de vuelos por la saturación del AICM, es normal ver salidas en horarios “tecolotes”: Paris, Londres, Madrid o Sao Paulo eran otros “heavies” que saldrían junto con el nuestro. Pueden haber muchas opiniones acerca de este tipo de vuelos, para mi son muy buenos ya que nos permite disfrutar el día, volar de noche y estar bien tempranito en nuestro destino para sacarle provecho al día siguiente. Además en nuestro caso volaríamos en la estrella de la flota de Aeroméxico, el Dreamliner 787 ¡Llegaríamos descansados y sin jetlag gracias a la tecnología de este avión!
Llegó el momento de comenzar oficialmente nuestro viaje haciendo el Web Check In. Algo que descubrí (y me sorprendió bastante) fue el nuevo Mobile Check in que se encuentra ya disponible en su página porque es muy intuitivo, rápido y permite hacer todo rápidamente. Otra bonita sorpresa (ahora para usuarios de sistemas iOS) es que ya te deja descargar tu boarding pass en lo que conocíamos como “Passbook” que ahora se llama Wallet. Algo que ya se manejan en otras compañías como Avianca, LAN o United por mencionar algunas pero que es la primera aerolínea mexicana que nos permite hacerlo. Hay que hacer una gran mención y felicitación a Aeroméxico por todas las mejoras tecnológicas que ha hecho en sus plataformas, ya que nos hacen más fáciles y cómodos nuestros viajes.
21:00 hrs y ya estábamos en la T2 del AICM. Tomando previsiones puesto que era domingo de regreso de vacaciones (por semana santa) suponíamos que habría cierto caos en el aeropuerto todo el mundo buscando llegar a su casa. Pues no fue así. A los que salíamos a esta hora de viaje nos tocó llegar a los mostradores de Aeroméxico con poca gente documentando su equipaje (si contamos 10 pasajeros delante de nosotros eran muchos) y con tranquilidad por parte del equipo de tierra de la aerolínea. Tan sólo 10 minutos nos tardamos en documentar nuestras maletas: muy amablemente el agente que nos atendió nos pidió nuestros pasaportes así como nuestras formas migratorias, pesamos nuestras maletas ¡y listo! Nos invitó a pasar a la sala de última espera.
Para llegar lo más descansados posibles decidimos esperar nuestro abordaje en el Salón Beyond de Banamex. Gracias a nuestras tarjetas de crédito y a los que teníamos Priority Pass pudimos accesar sin problemas a esta sala en donde pudimos disfrutar de snacks como papas, cacahuates y cuernitos de jamón y queso así como bebidas de cortesía como refrescos, cafés, agua o hasta cervezas. Cuenta con pantallas de información de vuelo para ir monitoreando las salidas (y que no te agarre desprevenido los cambios de puerta) y también con televisiones que en este momento tenían noticias de CNN. En mi opinión esta sala es de las mejores opciones ya que hay otras como el Centurion Club de AMEX está constantemente lleno de gente lo que hace que la experiencia no sea tan cómoda.
Llegó las 23 horas y tuvimos que dejar el Salón Beyond pues era su horario de cierre, pero ya se aproximaba nuestro abordaje programado a las 23:15 hrs por lo que el salón cerró justo a tiempo. Llegamos a la puerta 65 y nos acercamos a los mostradores para ver si podríamos conseguir filas vacías y así poder tener tres asientos para poder dormir más cómodamente durante nuestro vuelo. Dos de nosotros lo conseguimos. Puntualmente a las 23:15 se dio el aviso de pre-embarque. Cada pasajero empezó a colocarse en la fila del grupo de abordaje que le correspondía. A estas horas, lo que todo el mundo quiere es abordar para dormirse pero para nosotros era el comienzo de nuestra cobertura, de la experiencia Aeroméxico y comenzar a vivir lo que más nos gusta: la aviación.
23:30 hrs comenzamos el embarque como ya lo conocemos con pasajeros SkyPriority y Clase Premier, posteriormente pasajeros con niños y necesidades especiales y finalmente los grupos segmentados en 4. Algo que me sorprendió fue la rapidez y la tranquilidad con que se abordó el vuelo. Calculamos que en éste, estaríamos viajando aproximadamente 150 pasajeros.
¡BIENVENIDOS A BORDO!
Vuelo: AM10
Ruta: Ciudad de México MEX|MMMX – Santiago de Chile SLC/SCEL
Aerolínea: Aeroméxico
Avión: Boeing 787-8 Dreamliner (N961AM)
Asiento: 20A
Factor de Ocupación: 60% aproximadamente (100% Premier, 50% Economy)
Hora de Salida Programada: 23:55 / Hora real de salida: 00:20
Hora de llegada Programada: 10:45 / Hora real de llegada: 10:48
Si hay algo que es encantador de la T2 es que los pasillos telescópicos son de vidrio, lo que te permite que desde la terminal pues ir viendo la belleza de aeronave que te llevará a tu destino. En este caso se pueden imaginar lo que es ir bajando e ir viendo el espectacular Dreamliner que nos esperaba, con ese livery que simplemente enamora. Nos llevamos la grata sorpresa ver que volaríamos en el primer 787 entregado a Aeroméxico, el N961AM que llegó a México en el segundo semestre de 2013.
Dos sobrecargos nos dieron amablemente el “Bienvenido a bordo” y nos guió en cuál de los dos pasillos deberíamos ingresar. La iluminación fue la habitual (no se utilizó el mood lightning) pero se agradece ya que te permite acomodarte en tu asiento y colocar todo sin problemas. La experiencia de abordar es excelente ya que cuando llegas a tu asiento, Aeroméxico y su tripulación te reciben con una almohada, una cobija y tu botella de agua. Como sabemos estar hidratados es muy importante durante el vuelo y la compañía tiene el detalle de pensar en esto desde el inicio.
En sólo 10 minutos el abordaje estaba completo, cumplimos con itinerario y a las 23:55 hrs cerramos puertas. Un punto a favor de la aerolínea es que las pantallas con entretenimiento están disponibles para usarse desde tu llegada al asiento, lo que permite que el abordaje se te pase volando y no tengas que estar aburrido viendo como abordan los demás. Junto con el cierre de puertas comenzamos: Un spot de publicidad de Telcel, la nueva campaña de Aeroméxico “rompiendo mitos” y ahí está ella, nuestra anfitriona sobrecargo del video de seguridad “la línea que une a todos los mexicanos también nos une con nuestra seguridad” se escucha claramente por todo el avión.
00:20 hrs nuestro 787 comienza a rugir y a tomar velocidad por la 05R del AICM. En un despegue súper tranquilo salimos rápidamente de las luces de la Ciudad de México y nos enfilamos hacia las costas de Oaxaca donde dejaríamos espacio aéreo mexicano para empezar a sobrevolar el Océano Pacífico. Quizás en uno de los pocos detalles que deben de cuidar es que 5 minutos después del despegue se empiezan a mostrar hasta 8 comerciales que se escuchan en las bocinas centrales de la cabina. Por la hora del vuelo, creo que deberían hacer excepción y que se muestren estos comerciales únicamente escuchándose con audífonos.
Se encienden las luces, un anuncio pregrabado de audio informa que tendremos dos servicios de comidas y bebidas durante el vuelo y bar abierto durante toda la noche. Los sobrecargos muy amablemente comienzan a entregar formatos de migración de Chile y audífonos. Pero la sorpresa agradable llega cuando entregan un Kit de descanso y limpieza con antifaz, cepillo y pasta de dientes. Se agradece este gesto ya que hay aerolíneas que en clase turista ya eliminaron este kit(mi más reciente experiencia con Avianca a Europa, me desiluciono en este sentido). Otra sorpresa muy agradable y que le da un gran valor a Aeroméxico es que con el kit entregaron una guía práctica con lugares de interés y mapa de Santiago. Estos pequeños detalles marcan la diferencia a la hora de volar, nunca antes me había tocado que repartieran una guía del destino.
Llega el primer servicio con dos opciones: Pollo acompañado de verduras o lasagna. Lástima que a veces la comida del avión sea poca. Me fui por el pollo que venía con ensalada, pan, mantequilla y un pudín de chocolate marca Lala. El sabor de los alimentos y la calidad fue buena, aunque en poca cantidad se compensaba con el sabor, mi unica queja es que en vez de postre se entrega un Pudin lala, de muy baja calidad, este tipo de detalles comprometen un servicio que podría ser perfecto. En 20 minutos ya todo el avión tenía el servicio y pasan nuevamente los sobrecargos ofreciendo vinos y café a quien lo quisiera.
Rápidamente en una última ronda la tripulación de cabina recoge las bandejas de comida y basura. Apagan las luces de la cabina y llega el dilema: dormir y tratar de llegar descansado a Santiago o disfrutar del excelente entretenimiento a bordo que tiene Aeroméxico. Nos vamos por la segunda opción y decidimos irnos por un par de capítulos de “The Big Bang Theory”. Antes de dormir, decido hacer uso del antifaz y cobijita famosa.
Descansamos un poco, con esa iluminación especial del Dreamliner y con las ventanillas oscurecidas para no ser despertados por el sol en la mañana. A las 6 hrs (de CDMX) nos despertamos para prepararnos para aprovechar el segundo servicio: El desayuno. Ésta vez consistiría en huevos revueltos con jamón y queso, Melón y Muffin así como un pan con mantequilla. Nuevamente el servicio de alimentos estuvo muy rico y sin queja alguna. Con este tipo de desayunos da gusto levantarse a esas horas de la mañana.
A pesar de haber dormido menos de 6 horas, pudimos comprobar que el mood lightning del 787 te permite llegar descansado y sin tanto jetlag a tu destino. Permite que tus ojos y el cerebro se adapten a los cambios de horarios que en nuestro caso sería de 3 horas.
Sobra un poco de tiempo luego de que los sobrecargos finalizan el servicio por lo que los pasajeros toman diferentes actividades: Unos llenan sus formularios de migración, otros van al baño y se “preparan” para la llegada (poniéndose perfume, cepillándose los dientes, peinándose), otros siguen disfrutando de películas y series (Yo, siendo uno de ellos). 45 minutos antes de nuestro aterrizaje comenzamos el descenso con información clara del capitán y con los Andes chilenos ya a la vista pero con cielos nublados en su mayoría. El mismo Comandante fue el que nos informó que una hora antes de nuestra llegada, el “Arturo Merino Benitez” de Santiago estuvo cerrado, pero para nosotros no tendríamos mayor inconveniente.
Nuestras 7 horas y media de vuelo se pasaron demasiado rápido (me hubiera gustado dormir un poco más). A las 10:45 hrs de Santiago el 787 posa su tren de aterrizaje en la pista 17L de Santiago, ciudad que estaba completamente nublada y con nula visibilidad. Nuestro compañero Ángel no pudo haber descrito mejor: “Como mantequilla tocamos tierra”, extremadamente suave, silencioso y perfecto aterrizaje el que tuvimos. A través de la ventanilla, ya comenzamos a ver nuevos liveries: LAN y SKY en su gran mayoría pero también estaban otros pesados como el A340 de Iberia, 777 de KLM y Air France se nos adelantaron.
¡LLEGAMOS A CHILE!
¡Gracias por traernos sanos y salvo a Chile n961AM!
A nuestro desembarque una sorpresa un poco molesta: australianos y mexicanos pagan un impuesto adicional para entrar a Chile. Para nuestro caso (mexicanos) sería de $23 USD. Algo molesto, considerando que la fila para pagar el impuesto es larga y tarda alrededor de media hora y después hacer una segunda fila, ahora para migración. Obviamente cuando se llega a la banda de equipaje ya las maletas están fuera de ella por nuestra tardanza en el proceso que les conté antes.
CONCLUSIÓN: NUESTRA CALIFICACIÓN
Agradecemos a Aeroméxico la oportunidad que nos dio para conocer su producto en largo radio. En general, creo que Aeroméxico cuenta con un muy buen producto. El servicio y las tripulaciones pueden mejorar y ser más amigables, y no quedarse simplemente en lo cordial. Sin duda tener los equipos(aviones) y sistemas de entretenimiento más modernos le permiten estar a la altura de las grandes compañías a nivel mundial.
LO POSITIVO:
- La inversión de Aeroméxico en nuevas tecnologías y herramientas (Web Check in)
- Renovación de su flota de largo radio apostando con aviones de última tecnología como los 787
- Mejora de procesos de abordaje de vuelo (más ágiles y rápidos)
- Activación del Entretenimiento a bordo desde la llegada del pasajero al asiento
- Kit de recibimiento a bordo: Almohada, Cobija y agua
- Kit de vuelo: antifaz, cepilla y pasta así como Guía de Santiago
- Servicio de alimentos y bebidas
- Entretenimiento abordo.
- Mood lightning.
- Servicio amable y cordial por parte de la tripulación
LO MEJORABLE
- Comerciales de TV con audio en bocinas centrales del avión en vuelos después de la medianoche.
- Utilizar otro tipo de postre en los vuelos que no sean productos Lala.
- El trato de las tripulaciones es cordial, pero distante. Creo que debería ser más cercano. Cuando los miembros de la tripulación se enteraron que éramos parte del equipo de EnElAire, todo cambió. Solo entonces fue no sólo cordial, si no también amigable.
- Mejorar la app. Para hacer el Web Check In tuve que utilizar el navegador de mi teléfono, sin embargo para este tipo de situaciones preferiría utilizar la aplicación móvil.
Hacía más de un año que no volaba con Aeroméxico, y mi experiencia anterior me había dejado con sentimientos encontrados, sin embargo mi vuelo a Santiago me deja con una experiencia totalmente distinta. Salí sorprendido del producto tan competitivo que ofrece el Caballero Águila en la ruta, la tripulación fue cordial, sin embargo no sobresaliente. Esto cambió cuando se enteraron que éramos el equipo de EnElAire, nos felicitaron y agradecieron por nuestro trabajo. Siempre nos llena de gusto cuando las tripulaciones conocen nuestro trabajo, pero considero que ese trato amable y cercano debería de ser para TODOS los pasajeros. La comida fue buena y abundante, aunque insisto que utilizar postres Lala en vez de un postre real, le resta puntos a un vuelo que había sido de otra forma perfecto.
Bien dijo el famoso arquitecto Miles Van de Rohe, que “Dios vive en los detalles” y hablando de producto de vuelo, es algo que Aeroméxico me recordó en el vuelo a Santiago. Mis últimos 2 vuelos de larga duración fueron un triste recordatorio que la época dorada de la aviación terminó hace mucho tiempo y que si quieres algo adicional o lo pagas o lo compras antes del vuelo. Sin embargo en este viaje recuperé un poco la esperanza. Aunque por experiencias anteriores ya llevaba un antifaz para dormir, como pasajero se agradece que la aerolínea provea un kit de amenidades, inclusive en clase turista. Almohadas y Cobijas para cada pasajero, y detalles inesperados como una botellita de agua en cada asiento, y una guía turística del destino. Como bien dije eso son detalles, pero al final es gracias a los detalles que un viaje y una línea aérea se luce frente a la otra. Quedó sorprendido positivamente con Aeroméxico por fijarse en los detalles, y devolver los gestos inesperados hacía los pasajeros, que la aviación ha en muchas partes perdido.