Por Gustavo Ferrer
Viajar, y sobretodo volar siempre causa alegría. La emoción aumenta cuando ese viaje lo emprendes porque dos grandes amigos han anunciado que se casarán.
Este viaje ha sido planeado con mucha anticipación. Recibí la invitación a la boda en noviembre del año pasado por lo que un mes después compré el boletó de avión hacia Los Cabos, lugar donde mis amigos decidieron festejar su boda. Aquí se comprueba la teoría que dicta que cuando planificas y compras con anticipación los boletos de avión pueden ser muy baratos y es que con adquirir mi vuelo redondo ocho meses antes, pagué solo $1,237 (US$ 65)
A Los Cabos desde el Aeropuerto de Toluca ¿cómo llego?
Comenzamos la preparación del vuelo 24 horas antes con la impresión del pase de abordar a través de volaris.mx. El proceso fue fácil y rápido. En él te preguntan si quieres agregar complementos para tu viaje que no vienen incluidos en el costo original del boleto como son: documentar más piezas de equipaje o equipaje deportivo (tablas de surf, bicicletas, entre otros), así como la selección de asientos, algunos de ellos sin costo, en especial de la mitad del avión a la parte posterior.
Al momento de mi compra seleccioné mi asiento. Elegí el 7A por $ 30 más. Una vez impreso mi pase de abordar (el mío y el de mi amigo que viajaría en el mismo vuelo), investigué ¿cómo llegar al aeropuerto de Toluca?, ya que para conservar el precio del boleto tendría que volar Toluca – Los Cabos – Ciudad de México. En esos momentos, extrañé la época en que Volaris tenía sus servicios de “shuttle” entre Santa Fe y Toluca.
En mi investigación encontré la opción de utilizar el Aero Caminante, que por $70 te llevan desde la Terminal de Autobuses al poniente de la ciudad al Aeropuerto de Toluca. Así fue como el día de mi vuelo llegué a la terminal en punto de las 07:10 am y tomé mi shuttle que 50 minutos después me dejó en el aeropuerto.
A mi llegada comprobé lo que había leído y oído con antelación: el Aeropuerto Internacional de Toluca permanece desierto. Vi muy pocas personas documentando en mostradores de Volaris. Para ser temporada alta y con la cantidad de vuelos anunciados en sus pantallas, preocupa ver cómo esta terminal tiene poca afluencia.
Logré documentar mi maleta rápidamente y a las 08:37 horas, estaba listo para pasar el filtro de seguridad. Esperé la llegada de mi amigo y una vez finalizado el proceso, decidimos entrar a la sala de espera alrededor de las 09:00 horas sin mayor complicación ya que, como comenté anteriormente, no había muchos pasajeros.
Tras una larga plática con mi amigo sobre automóviles, el abordaje comenzó a las 09:35 horas. Agradezco a Volaris la capacidad para organizar el abordaje en filas de 4 grupos (tal como lo hace Aeroméxico o United), ya que en vuelos anteriores el proceso tradicional era abordar en una sola fila y un poco desorganizado. En especial, recuerdo aquella mala experiencia hace 10 meses cuando por un viaje de negocios entre Monterrey y Tijuana nos cobraron el equipaje de mano justo cuando estábamos embarcando aún cuando la agencia de la empresa ya había pagado ello.
Pero, volviendo a las instalaciones del Aeropuerto de Toluca, algo que podría mejorar son los pasillos. A pesar de que nuestra puerta de embarque tenía un número, una vez pasas el filtro, debes buscar el pasillo (con otro número) que te corresponde. Es decir, abordamos por la puerta 13, pasillo 4. Para mí no hay mayor complicación, pero considerando que en este vuelo escuché a varias personas que volaban por primera vez, este proceso para llegar al avión sí puede ser confuso.
La nostalgia de aquellos primeros vuelos
VUELO: Y4138
RUTA: Toluca “Adolfo López Mateos” International TLC|MMTO – Los Cabos, International SJD|MMSD
AEROLÍNEA: Volaris
AVIÓN: Airbus A320 (N524VL)
ASIENTO: 7A
LOAD FACTOR: 75%
HORA DE SALIDA PROGRAMADA: 10:00 / HORA DE SALIDA VERDADERA: 10:02
HORA DE LLEGADA PROGRAMADA: 11:00 / HORA DE LLEGADA VERDADERA: 10:56
Ya en el avión recibimos la bienvenida del jefe de cabina. El proceso de embarque fue realmente rápido. Una vez en mi asiento me di cuenta de tres cosas, la primera fue la gran cantidad de anuncios de la tripulación. La frase “bienvenidos a bordo les recordamos que este es su vuelo 138 con destino a Los Cabos” fue repetida en tantas ocasiones que la penúltima y última vez se agregó: “Si este no es su vuelo o destino, le recordamos que es la última oportunidad para bajar del avión”. ¿Qué no se supone que hay un filtro (doble en esta ocasión) en el que se revisa el pase de abordar y corroboran esto?
La segunda cosa de la que me percaté fue la prisa que llevaba la tripulación por sacar el vuelo a tiempo, cosa que los pasajeros agradecen. El vuelo salió puntual, pues sólo dos minutos después de la hora la puerta del avión estaba cerrada. Mi tercer punto es que había una gran cantidad de niños a bordo, para varios su primera vez en un avión, lo que me encantó porque cada vez más personas se pueden dar la oportunidad de volar y conocer un avión, y en algunos casos, que se enamoren de ellos como yo.
Tras un rápido anuncio de seguridad, pusback y carreteo el avión estaba listo en la cabecera de la pista 15 de Toluca para el despegue. Durante el carreteo, se escuchó claramente como encendió el motor número 1. Me di cuenta que en la cabecera de la pista hay bancas en donde la gente se puede sentar a ver los aviones. “Tengo que venir a spottear”, pensé.
Luego del aterrizaje de un avión ejecutivo, en punto de las 10:20 horas tomamos vuelo rápida y tranquilamente hacia el oeste de México. Algo que me enamoró fue que en cuanto despegamos, la niña detrás de mí gritó con emoción: “¡Mamá!, estamos en las nubes, ¡en el cielo!”. Recordé con nostalgia mis primeros vuelos.
A tan sólo 12 minutos después del despegue (10:32 horas), los sobrecargos comenzaron el servicio a bordo. Muchos de los pasajeros pidieron algo del menú “Entre nubes”, el servicio de alimentos y bebidas de Volaris con costo a bordo. Una ligera turbulencia nos acompañó durante el servicio debido a los cielos totalmente nublados durante el primer trayecto del vuelo.
A las 10:44 horas (tiempo local) el capitán anunció el comienzo del descenso y nos agradeció el haber volado con Volaris.
Tres minutos antes del aterrizaje me impresionó escuchar a la señora detrás de mi hablar por teléfono como si nada, hasta le pasó el teléfono al niño con el que viajaba para que hablara con su mamá. Diez minutos después (10:54) aterrizamos en el Aeropuerto Internacional de Los Cabos, y tras el agradecimiento a nombre del Capitán José Maria Castro y un rápido carreteo, en el que sólo pudimos ver un Boeing 737 de American Airlines, a las 10:59 horas llegamos a la posición número tres de la Terminal 1 (Terminal Nacional).
¡Se acabó la vacación!
Luego de pasar 3 formidables días y una boda increíble en Los Cabos, era hora de regresar a casa. Esta vez, el check in lo hice a través de la App móvil de Volaris, el proceso fue rápido; sin embargo, tiene muchas áreas dónde mejorar ya que no te arroja inmediatamente el pase de abordar, sino que una vez que finalizas el web check in tienes que buscarlo en la sección de “Pases de abordar”. Lo bueno, es que te permite descargarlo en tu Wallet (para usuarios iOS).
Así es como el domingo (luego de pelear por los altos precios de los taxis hacia el aeropuerto), mi grupo de amigos y yo llegamos a la terminal 1 a las 14:32 horas. Un día soleado y caluroso, como es habitual en esta ciudad, nos despidió con cielos increíbles. Rápidamente nos distribuimos: 6 de nosotros viajábamos a Ciudad de México y otro amigo a Guadalajara (con Interjet).
Al llegar a los mostradores de Volaris, el equipo en tierra corroboró nuestro pase de abordar en el celular y nos colocó en la fila de Web Check in, en la que, no había nadie. Ahí me notificaron que debía llevar el pase impreso porque los lectores no siempre leen correctamente el código de barras. Luego de documentar las maletas, pasamos el filtro de seguridad y nos adentramos a la vida de esta terminal.
No habíamos comido nada por lo que presioné a mis amigos para comer en Wings, ya que tiene vista directa a las plataformas, así podría spottear un rato y tomar fotografías en SJD. Me impresionó ver la cantidad de operaciones que tienen American Airlines y Alaska Airlines en este aeropuerto. Sin engañarlos, observé entre 4 y 5 vuelos en tan sólo 90 minutos que estuvimos en el aeropuerto.
Una vez que llegó nuestro avión salimos a las salas de última espera en la que me impresionó ver la cantidad de gente que no habíamos visto a nuestra llegada. Había gente sentada en el piso a falta de sillas. Unos minutos más tarde escuchamos ese anunció que todos los viajeros habituales conocemos: “Señores pasajeros del vuelo Volaris 781, les informamos que, por congestión de tráfico en el aeropuerto de México, nuestro vuelo cuenta con 35 minutos de retraso. Favor permanecer sentados”. Me acerqué a las pantallas de información y observé que no éramos los únicos afectados, pues Interjet, Viva Aerobús y Magnicharters (con destino a Ciudad de México y a Guadalajara) también estaban retrasados. Esperamos pacientemente y a las 16:56 horas comenzamos el abordaje.
VUELO: Y4 781
RUTA: Los Cabos, International SJD|MMSD |Mexico City International MEX|MMMX
AEROLÍNEA: Volaris
AVIÓN: Airbus A320 (N509VL)
ASIENTO: 7A
LOAD FACTOR: 80%
HORA DE SALIDA PROGRAMADA: 16:56 / HORA DE SALIDA VERDADERA: 17:20
HORA DE LLEGADA PROGRAMADA: 20:15 / HORA DE LLEGADA VERDADERA: 20:45
El embarque fue rápido tanto por puerta delantera como trasera del avión y a las 17:20horas los sobrecargos (en esta ocasión todos hombres) cerraron puertas y nos dieron la bienvenida a bordo del vuelo comandado por el Capitán Gerardo Franco. Asimismo, nos informaron que el tiempo estimado de vuelo sería de 1 hora y 50 minutos. El pushback fue un poco tardado, mientras esperábamos vi aterrizar un A320 de Viva Aerobús, un 737 de American, otro A320 de Interjet y un A320 de Volaris.
Luego del pushback nos enfilamos rápidamente a la cabecera de la pista 16, viendo como despegaba el A320 de Interjet que iba al igual que nosotros se dirigía a Ciudad de México.
Luego de varios minutos de espera, tomamos vuelo a las 17:36 horas y nos enfilamos al sur. Media hora después del despegue; alrededor de las 18:12, comenzó el servicio a bordo. Así como el en vuelo de ida, una grabación nos recuerda que podemos adquirir productos de su menú y que las formas de pago son tarjetas Visa o Mastercard y pesos mexicanos, por el momento, no cuentan con servicio Visa Electron. Además, no contaban con disponibilidad de algunos productos.
En ese momento comenzamos a volar sobre cielos nublados y sin visibilidad alguna (previamente lo hicimos con vuelos muy despejados) esta parte del vuelo se vivió con turbulencia “tranquila” por llamarla de alguna forma. A diferencia del vuelo de ida, muy poca gente tomó servicio “Entre nubes”, por el contrario, los pasajeros llevaban su comida, como mis vecinos de asiento que traían su sándwich lo que de cierta forma hace incómodo el viaje por el olor.
Finalmente, a las 20:05 horas iniciamos un descenso bastante movido, ya que tuvimos turbulencias desde ese momento y hasta el aterrizaje en Ciudad de México alrededor de las 20:30 horas por la pista 05L del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
El taxeo hacia la puerta 17 fue lento. Después de dos paradas largas, a las 20:45 horas ya estábamos parqueados en la posición final de desembarque.
Mi experiencia con Volaris
Definitivamente esta fue la mejor experiencia que he vivido con Volaris. Si bien, no es la misma aerolínea que inició operaciones en 2006, ha sabido llevar muy bien su estrategia tanto de marketing como de negocio. En este viaje (ambos vuelos), observé que han sabido ganarse la confianza de diferentes tipos de segmentos, uno de ellos el del mercado joven que busca viajar sin gastar tanto en boletos de avión. Pero, en especial, reconozco que también en ambos vuelos escuché a diferentes personas decir que esta era su primera experiencia en un avión. Esto, me dejó con un muy buen sabor de boca, porque quiere decir que Volaris está logrando su cometido: el intentar que los viajeros dejen de utilizar otros medios de transporte para utilizar el avión.
Un detalle que me gustó mucho es que, dentro del pase de abordar, el horario viene detallado, es decir, a qué hora tienes que llegar al aeropuerto, a qué hora debes documentar, etc. Todo con los horarios personalizados de tu vuelo, cosa que no he visto en otra aerolínea.
Volaris es una compañía Low Cost. Y lo está haciendo muy bien. Me gusta que no cae en los extremos de compañías europeas (asientos sin asignar y que no se reclinan, así como abordajes desordenados) lo que de cierta manera y a mi punto de vista le hace mantener un buen estándar de calidad.
Por otro lado, los precios de los productos de su servicio “Entre Nubes” no me parecieron exageradamente altos, y a pesar que mucha gente lleva su propio snack, los costos no se alejan mucho de los de las tiendas dentro de los aeropuertos.
Respecto a la tecnología, Volaris se mantiene a la vanguardia de la industria concretando su Check In a través de una App móvil (ni pensarlo en mis vuelos del año pasado) además, ahora puedes imprimir tú mismo la etiqueta de documentación de equipaje.
Volaris continúa dentro de mi radar de opciones para poder seguir volando en destinos nacionales a un excelente precio.