Según la SICT el anteproyecto gubernamental para reorganizar las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), enviado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), incluye un proceso de consultas y reuniones previas con autoridades federales y representantes de la industria aérea.
De acuerdo al anteproyecto, el AICM sería cerrado para las operaciones de concesionarios y permisionarios que brindan servicios exclusivos de transporte aéreo nacional e internacional regular y no regular de carga. Sin embargo, se excluirían de esta medida a los concesionarios y permisionarios que ofrecen servicios combinados de pasajeros y carga siempre y cuando la carga sea transportada en las mismas aeronaves que los pasajeros.
Además, la dependencia federal ha coordinado un total de 11 visitas a las instalaciones del AIFA para entender las necesidades para el inicio de operaciones, así como 20 mesas de trabajo con la industria para el seguimiento y atención de compromisos, y 12 reuniones específicas para conocer sus labores y mapear sus requerimientos.
Es importante mencionar que actualmente, más de 1000 vehículos de transporte de carga entran y salen del AICM, según datos de la propia institución.
Según la dependencia gubernamental, la prohibición de las operaciones de carga ayudarían a la disminución del ruido generado por aeronaves de carga dedicada a las poblaciones aledañas, debido a que estas se encuentran a una distancia considerable y hay menor densidad de población en la zona de aproximación y despegue de las aeronaves.
La SICT destacó que el AIFA, por su cercanía con el AICM, es considerada como una opción viable por el gobierno federal, ya que cuenta con una infraestructura adecuada y eficiente para operaciones de carga, gracias a que su diseño previó una capacidad de expansión a futuro de tres millones de toneladas al año cuando alcance su máximo potencial.
Como último punto, la SICT dijo que las tarifas aeroportuarias en el AIFA están entre las más bajas del país (aterrizaje, estacionamiento y pernocta), entre 41 y 52% menos que el promedio de los aeropuertos.