Por Diego Aquino
Esta semana se cumplen 19 meses de nuestra degradación (México) en seguridad aérea a categoría 2 por la FAA (Federal Aviation Agency), órgano regulador de los Estados Unidos. ¿La razón principal? Importantes recortes presupuéstales al sector.
Son 28 hallazgos a la AFAC (Agencia Federal de Aviación Civil), la razón de que el 25 de mayo del 2021 fuéramos degradados a categoría 2 en seguridad. Posteriormente, el 24 de junio del presente año, durante un proceso conocido como Technical Review, la FAA afirmó que la autoridad mexicana tiene dificultades en garantizar la seguridad y vigilar a los operadores aéreos mexicanos que sobrevuelen el espacio aéreo estadounidense, así como a todos los centros educativos aeronáuticos en México, añadiendo 20 hallazgos más a los 28 señalados inicialmente, por lo que 48 hallazgos totales son los que nos mantienen a la fecha en categoría 2 de seguridad.
Con esto, es de suma importancia mencionar que las aerolíneas mexicanas cuentan con los niveles más altos de seguridad aérea en el mundo, gracias a las exhaustivas auditorías internas que se realizan día con día y que mantienen a sus usuarios volando de forma segura. Únicamente faltan inspectores de AFAC que lo comprueben.
Los pocos que hay, no están capacitados para inspeccionar todos los modelos y marcas de aeronaves que operan los poseedores de un Certificado de Operador Aéreo (AOC, por sus siglas en inglés), añadiendo a esto que, personal tan capaz y con una responsabilidad de tal nivel, no cuenta con salarios y prestaciones competitivas en nuestro país.
La categoría 2 en seguridad no permite que las aerolíneas mexicanas aumenten frecuencias u operen nuevas rutas hacia los Estados Unidos. Impactando negativamente en el crecimiento esperado por los operadores mexicanos. Se calcula que las aerolíneas estadounidenses han ganado aproximadamente 1.1 millones de pasajeros, que debido a esta condición no han podido ser atendidas por las principales aerolíneas de nuestro país. Esto claramente se ve reflejado con la continua apertura de rutas por parte de las aerolíneas estadounidenses, a nuestro país.
Añadiendo a esto, el gobierno federal a partir del 31 de octubre redujo en un 15% las operaciones en el AICM, es decir, 9 operaciones menos por hora; esto con la promesa de brindar un mejor servicio a los pasajeros, evitando demoras por tráfico aéreo y por supuesto buscando fortalecer las operaciones en el aeropuerto de Toluca y Santa Lucía.
Por esta acción gubernamental, las principales aerolíneas del país aumentarán en lo que resta del año hasta en un 100% sus operaciones desde y hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, esperando que la demanda de ese aeropuerto aumente en un número mayor al promedio actual de 20 pasajeros por operación.
A pesar de mostrar más interés por el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el gobierno mexicano se ha comprometido a obtener principios del próximo año la categoría 1 y las aerolíneas mexicanas están brindando su apoyo a la AFAC para que, por el bien de la aviación mexicana, regresemos a esa categoría tan pronto como sea posible. Por las aerolíneas mexicanas, la AFAC, el capital de trabajo y el desarrollo del país, esperemos que así sea.
Diego Aquino Ramírez
Primer Oficial en equipos B737 NG/ MAX. Ingeniero Aeronáutico egresado de la Facultad de ingeniería del Instituto Politécnico Nacional, con especialidad en Operaciones Aéreas y Seguridad Integral en la Aviación Civil. Co-fundador de AVI-8 MX.