Por Humberto Lagunes
Con una capacidad de hasta 853 pasajeros en clase única, el A380 conserva el título del avión comercial más grande del mundo. En 2005, prometió cambiar la industria de aviación para siempre, sin embargo, el 14 de febrero del 2019 se anunció el termino de su fabricación. Pero, ¿cómo paso de un logro, a un fracaso?
Este “hotel de los cielos”, con más de 800 km de cables, 15 toboganes de escape, y una inversión de 25,000 millones de euros, fue todo un desafío para su fabricante, Airbus. Este programa sufrió de sobrecostos, fue retrasado en varias ocasiones, y estuvo lleno de retos.
Desde 1996 inició su desarrollo, pero por las dimensiones del proyecto, no fue hasta el 2009 cuando realizó su primer vuelo comercial. Incluso se
llegó a pensar en una versión para carga, pero al no despertar el interés de las aerolíneas, nunca se concretó. Esta aeronave, en su momento, representó un aparente triunfo frente a su competidor principal, Boeing.
Pero, hasta septiembre del 2019, Airbus entregó menos de 250 unidades, convirtiéndose en uno de los mayores fracasos comerciales de la historia de la aviación.
¿Por qué nadie quiere el A380?
Mientras que Airbus apostó por aviones de gran tamaño, Boeing desarrolló aviones más pequeños y eficientes, como el B787. El problema del A380, es que no es rentable si no va totalmente lleno. Debido al incremento del costo del combustible, y los problemas ambientales, las aerolíneas optaron por aviones más pequeños con un mejor rendimiento. Además, con opciones mucho más atractivas como el A350, el Dreamliner, y el A330, las compañías aéreas le apostaron más a la eficiencia que al lujo.
Curiosamente, los aviones de doble piso son populares entre los pasajeros, pero considerados ineficientes por las aerolíneas. Solo quedan pocas unidades por entregar, por lo que la producción del A380 cesará en 2021, y marcará el fin de una era de la aviación. Y tú, ¿alguna vez volaste en un A380? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!