Hoy EnElAire decidimos darle voz a un grupo de pilotos mexicanos hombres y mujeres cuyas voces no han sido del todo escuchadas. Si bien México es un país que va en la dirección correcta para volverse inclusivo, todavía tenemos un gran camino por recorrer.
Todos estos pilotos, algunos volando en el extranjero, representan a la comunidad LGBTQ+ que se encuentra en todos los ámbitos y claro que la aviación no es la excepción.
Algunos quisieron compartir su nombre, otros no, pero decidimos para homogenizar el artículo solamente poner la aeronave que vuelan sin poner su aerolínea o posición.
Estas son las voces:
Estudiante
Soy estudiante de la carrera piloto aviador comercial, tengo diecinueve años y soy parte de la comunidad LGBTQ+. Personalmente creo que la preferencia sexual de cualquier individuo no debería de ser un tema de conversación, puesto que es algo íntimo y que merece su propio respeto. Aún así, considero que hacernos visibles ante el mundo es algo necesario, ya que de esta manera ayudamos a las siguientes generaciones a poder vivir sin miedo y sin temer de su sexualidad, tanto en el ámbito social como en el laboral.
En mi experiencia personal, ser gay en la aviación no ha sido fácil. En la actualidad, tanto instructores como alumnos siguen haciendo chistes homofóbicos, haciendo que la experiencia en cabina sea más difícil e incómoda. No es sencillo aprender una carrera en donde el entrenamiento es personalizado, sabiendo que tu instructor o compañero de cabina usa tu orientación como un insulto.
Creo que alzar nuestras voces y mostrarnos tal y como somos, hacemos la diferencia. En nosotros está la oportunidad de cambiar, crecer, y espero algún día poder ser el ejemplo de alguien que a sus diecinueve años se sienta incomprendido, pero que le apasione la aviación tanto como a mi. Quiero que sepa que hay más como el/ella/ellos, y que nuestra orientación sexual no es el limitante de nuestro sueños. Espero que el mundo de la aviación siga cambiando y se haga más inclusivo, tanto que el momento que tenga que compartir cabina con una persona transgénero sea algo tan común como aterrizar con viento cruzado.
Airbus A320
Hace 20 años era impensable decir abiertamente “soy gay”; hace 20 años, el ambiente en cabinas, era uno muy machista e intolerante. Con el paso del tiempo las cosas han mejorado notablemente. Puedo decir que me ha tocado ver como la igualdad y tolerancia se han ido colando, poco a poco en la cultura de la aviación.
También creo que yo he ido creciendo y madurando. Antes pensaba que no quería que mis compañeros supieran que soy lesbiana, simplemente por el hecho de que no quería que me etiquetaran como tal. Pensaba que, al referirse a mí, dirían mi nombre seguido de: “la lesbiana”. Uno se va haciendo de escudos, ante la posibilidad de salir lastimada. Pero ahora sé que, aunque soy muchísimo más que eso, también soy lesbiana. Soy una piloto profesional y soy gay. Y si después de mi nombre viene un “la lesbiana” estoy en paz con eso, porque sé que es parte de mí. Desconozco si lo hagan, porque ya dejó de importarme. Con orgullo, puedo decir que hemos mejorado mucho y hoy, veo a las nuevas generaciones hablar sin tanto miedo. Hay pilotos intolerantes, por supuesto. Hay homofobia y misoginia. Pero la buena noticia es que vamos para adelante. Creo que la importancia que la gente le tomaría al sabor de helado que me gusta, es la misma que debería de importar mi preferencia sexual. Somos colegas aviadores, somos esos, que trabajamos con pasión, haciendo algo que amamos… y eso es lo que aquí importa.
Boeing 787
Entrar a trabajar a una empresa tan grande era uno de mis más grandes sueños; inicié joven y al hacerlo tuve la disyuntiva de como abordar mi sexualidad, pues dentro de las platicas de cabina una pregunta frecuente es si estas casado o tienes novia. Decidí el camino fácil pensando que sería raro coincidir en otro vuelo. El problema fue el aislamiento que fui sufriendo cuando me invitaban a alguna casa con mi novia, alguna boda o simplemente una reunión. No quería ser señalado como lo había escuchado con muchos otros. Conozco compañeros que hasta han preferido casarse antes que ser ellos mismos y vivir una doble vida.
Yo preferí no hacerlo y vivir mi vida a mi manera. Aunque es complicado en un ambiente tan cerrado; hoy en día es muy común escuchar a otros pilotos criticar al sobrecargo por ser gay o simplemente amanerado. Este tipo de actitudes hacen difícil que uno se pueda expresar o sentir que se desarrolla el CRM dentro de la cabina.
Cada día y a pesar de los rumores, intento hablar menos de lo que no soy, dejar de pretender que volteo a ver a las mujeres cuando salgo con el otro piloto en las pernoctas y dedicarme a ser lo que soy: Un piloto profesional como cualquier otro, y que odia volar con un motor.
Airbus A320
Ser un piloto profesional homosexual implica un reto un poco mayor a la carrera de piloto. Sabes que estás expuesto a discriminación, algunas burlas que pretendiendo ser cómicas para el implicado resultan ofensivas aunque por fuera muestres también risa.
A muchos les llega un momento en el que se hunden en un abismo de miedo por ser descubiertos como homosexuales. Finges novias, relaciones, propicias en cabina pláticas de mujeres; todo ante el miedo de que el Capitán no tenga la mínima sospecha que eres gay. Y no falta la ocasión en que en alguna cita o si simplemente saliste con algún amigo con tus mismas preferencias y en una plaza o un restaurante te encuentras a algún compañero del trabajo: se te cae el mundo. Piensas en los rumores y confirmaciones que vas a suscitar. Pareciera que nada más sufres ese miedo que en tu angustia te hace creer que serás rechazado. Piensas que los Capitanes te tratarán mal, tus compañeros te harán a un lado y que si en tu próximo simulador tu Asesor resulta uno de ellos vas a estar en serios problemas.
Pero si en algún momento logras cierta madurez mental y emocional, comienzas a aceptar las cosas. Asimilas tu realidad y afrontas tus miedos y buscas salir adelante. Si lo logras, terminas dándote cuenta que a la mayoría no les importa. A quienes les cuentas tus preferencias resulta que no tienen problemas con ello, y si salen bromas de homosexuales te ríes y las tomas con filosofía. Termina siendo lo más importante quien eres, no lo que eres.
Aprendes que lo que debe hablar de ti debe ser tu buen trabajo y no tus preferencias. Separas tu vida profesional de la personal y encuentras un balance que te permite vivir contento y en paz. Que si hablan de ti, sea porque eres una persona profesional, comprometida, responsable, que trata bien a los demás, porque respeta y porque se da a respetar.
Sin la menor de las dudas: it gets better.
Boeing 747
La aviación siempre ha sido una pasión para mi y una carrera que desde niño quería emprender. Desafortunadamente el ambiente no es uno de gran aceptación aunque debo de admitir ha cambiado en los últimos años. Recuerdo en varias ocasiones escuchar a capitanes y otros pilotos hablar de o referirse a los gays o comunidad LGBTQ+ de una manera degradante. Y por esa razón siempre he mantenido mi vida personal separada de la profesional y en todo momento tratar de convivir lo menos con todos por miedo de ser identificado y tener una mala experiencia en la cabina.
Desde hace mucho años yo soy abierto con mi familia y amigos cercanos, pero en el trabajo prefiero no hacerlo abiertamente. Y no es que quiera esconder quien soy pero siempre he pensado que es mejor no tocar esos temas.
Boeing 737
Ser homosexual en uno de los medios más machistas por tradición implica volver a entrar al closet y aprender a navegarlo. Desafortunadamente aún existen ideas homofóbicas (y ni se hable de más variantes en el mundo LGBTQ+) que están muy arraigadas entre los pilotos, principalmente personas de mas de 40 años. Como todos los pilotos gays que conozco, todos hemos tenido que navegar a los capitanes con comentarios que oculten de alguna forma nuestra sexualidad. Incluso he tenido que escuchar monólogos largos sobre porque ser gay implica ser una especia de humano denigrado en comparación al mundo heterosexual. El “yo respeto a los gays, que hagan lo que quieran PERO…” es la frase con la que la mayoría empiezan estas conversaciones que utilizan para explayarse en su homofobia y hacer notar que ellos son completamente heterosexuales o “normales”. Quieren verse tolerantes porque así se los exige el mundo actual, pero creen que “en confianza” pueden expresar sus ideas mas conservadoras e intolerantes. Me gustaría tener más carácter para callar cada una de las voces que denigran quien soy, pero es una tarea titánica y prefiero dejar mi vida personal totalmente a un lado de la profesional. Viendo todo el panorama completo, veo un futuro mejor. Uno más tolerante y donde seguramente algún día la sexualidad de alguien dejará de ser el chisme de la planta y sólo será un colega igual a los demás.
Boeing 737
Hola, soy primer oficial del 737; me gustan como tal vez también a ti, los aviones, los coches, e ir a los karts; sé prender una fogata y hacer una buena carne asada, y sí, también soy gay. Soy quien ya conoces, con quien has compartido cabinas, pernoctas, adiestramientos y risas.
Poca gente sabe de mi preferencia sexual en el trabajo, no porque me dé pena ser quien soy, sino porque esa jamás debe de ser una carta de presentación o identidad. Nuestros gustos son eso, nuestros, para vivir y compartir con quien decidamos. La aviación no debe ser la excepción, debiendo ser en todo momento un medio plural e incluyente, que respete y valore las diferencias y preferencias de todos los que lo conformamos.
Celebrar este mes el orgullo gay , es crear conciencia en nuestro medio (social, laboral, etc) que es sólo eso, una orientación sexual y no nos define ni hace mejores o peores personas.
La próxima vez que critiques a alguien por una preferencia, piénsalo dos veces…ese alguien podría ser tu mejor amigo, tu prima o alguien a quien quieres.
Embraer 190
Formar parte del colectivo LGBTQ y trabajar en este medio muchas veces puede llegar a ser complicado.
Teniendo que aparentar una «vida normal» fingiendo platicas con colaboradores acerca de novias inexistentes y gustos falsos solo para no caer en el desprecio y discriminación. Hemos luchado por ganarnos un espacio, por mostrar nuestro talento y esencia como seres humanos para poder sombrear así, lo que realmente somos.
Aunque no todo puede ser tan malo ya que en el camino he creado conexiones con personas que al igual que yo se encuentran en la misma situación. He formado buenos lazos de amistad para hacer la vida menos complicada.
Me gusta formar parte de esta evolución y darme cuenta de que la sociedad puede entender y respetar, de poder trabajar en una empresa donde los derechos sean los mismos para todos, de ser inclusivos y respetuosos a la hora de trabajar.
Quiero reforzar la idea de que todos somos iguales. Y que humanos somos, antes que cualquier otra cosa. Hay un solo mundo, y todos estamos ahí. Sin nada más que decirles.
Airbus A320
A lo largo de mi carrera como piloto aviador, desde que la estudiaba a la fecha he tenido que soportar burlas, insultos que si bien no están dirigidos a mi directamente me ofenden ya que el insulto es por el simple hecho de ser homosexual, tanto a compañeros como una simple expresión de homofobia. He conocido gente muy valiosa que respeta y no hace diferencia al enterarse de tu preferencia si no todo lo contrario, sin embargo y desafortunadamente esa gente es minoría.
Existe en la aviación demasiada discriminación y burla a las personas con preferencias sexuales distintas a lo común y eso es causa de inseguridad, de miedo al rechazo, de incomodidad para uno como persona ya que nos obliga a fingir ser alguien que no somos. Creo que es importante que se tenga una actitud de respeto a todas y todos los que nos sentimos en ocasiones atacados por comentarios que su única intención es lastimar, por el simple hecho de ser homosexual. En distintas ocasiones al querer llevar a mi pareja de viaje en pernoctas, o simplemente en un vuelo de la aerolínea en la que vuelo he tenido que fingir y decir que es un amigo, o una conocido por el miedo a ser señalado después. Ser homosexual no tiene por qué ser algo que se tenga que señalar, pero si algo que se tiene que respetar.
ATR
Al ser bisexual, todo se me ha facilitado en relación a otros pilotos que conozco de la comunidad. Pues el poder hablar de mi 50% en la cabina es mucho mejor que el 0% al que se enfrentan otros compañeros. Puedo hablar de la mujer guapa, o de la sobrecargo; pero siempre tendré que guardar ese 50% de mi, al menos en mi trabajo.
Pienso que llegará un día en que será normal o no importará si te gustan los hombres, las mujeres o los dos, pues aunque hoy en día existe una mejor aceptación, muchos lo hacen por ser políticamente correcto y no por un genuino pensamiento de equidad.
Aviación Ejecutiva:
Hace ya más de 30 años que soy piloto y amo mi trabajo; no me gustaría dedicarme a otra cosa. Lo que no amé desde el primer día es la homofobia que en ese entonces los capitanes mostraban; tal fue mi miedo que durante algún tiempo estuve casado con una mujer. Matrimonio que por supuesto fracasó. Llevo años siendo quien no soy y a esta edad creo que preferiré continuar así.
Hoy escribo estas líneas con el ánimo de que las nuevas generaciones busquen y peleen por ser auténticos, por no vivir una doble vida, que es por demás cansada. En el futuro está la esperanza.
Embraer 190
Es un orgullo ser una piloto de la comunidad LGBT+, representando y mostrando el camino para que otros se atrevan a caminarlo y unirse.
Algo que aplaudo en mi aerolínea y sindicato, es que apoyan la diversidad en sus pilotos y personal. Tenemos una Comisión de Equidad e Igualdad de Género, la cual vela por esa diversidad. Y en mi empresa no se discrimina por género o preferencias sexuales, se elige a los más preparados.
En la comunidad aeronáutica, habemos muchos miembros de la comunidad LGBT+ y aliados, en altos y bajos niveles tanto administrativos como operacionales. Esto nos abre la puerta para ser quienes somos sin miedo a que nos juzguen y sentirnos de cierta forma protegidos. Como en todos lados hay excepciones, claro, pero creo que somos mayoría los que aceptamos y apoyamos esta diversidad.
Nos falta un gran camino por recorrer, pero mientras más miembros y aliados de la comunidad haya dentro de las empresas, más rápido podremos avanzar para tener empresas diversas.
El hecho de que se dedique el tiempo y esfuerzo para tener 30 días para celebrar la diversidad sexual, ya es un gran paso hacia el lado correcto de la historia.
Gracias a todos los pilotos que participaron, EnElAire reconoce que su voz existe e importa. Es responsabilidad de todos hacer un mundo mejor, uno en el que este tipo de artículos ya no tenga razón de ser.