La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha publicado el informe preliminar sobre la colisión fatal en el aire entre un B-17G y un P-63F Kingcobra durante la exhibición aérea Wings Over Dallas el 12 de noviembre.
El espectáculo se dividió en dos líneas, una a 500 pies y la otra a 1000 pies.
De acuerdo con el audio grabado, se les ordenó tanto a los cazas como a los bombarderos que maniobraran hacia el suroeste de la pista antes de regresar al área de exhibición, según los datos del equipo de vigilancia dependiente automática (ADS-B), las aeronaves cumplieron.
Según la NTSB, el P-63F fue tercero en una formación de tres y el B-17G fue el líder de una formación de bombarderos de cinco.
Posteriormente, se les ordenó a los cazas que hicieran la transición a una formación de rastro, para volar frente a los bombarderos.
Cuando la formación de cazas realizaba esta última maniobra, el P-63F se acercó por detrás del B-17G, golpeándolo del lado izquierdo, justo detrás de la sección del ala. El impacto partió en dos al B-17G.
Ninguno de los aviones contenía una caja negra. Ambas aeronaves estaban equipadas con ADS-B y tenían GPS a bordo, las cuales fueron recuperadas y enviadas al laboratorio. Los investigadores notaron que el GPSMap 496 del caza no registró ninguna información sobre el vuelo del accidente.
Durante una conferencia de prensa, un día después del accidente, el investigador de la NTSB, Michael Graham, solicitó a cualquiera que tuviera videos o fotografías del accidente que los compartiera con los investigadores.
Ambos aviones, B-17G, N7227C y Bell P-63F, N6763, están registrados en el American Airpower Heritage Flying Museum y formaban parte de la Fuerza Aérea Conmemorativa (CAF) con sede en Dallas, Texas.
En el accidente seis personas perdieron la vida, cinco en el B-17G Texas Raiders y una en el Bell P-63F Kingcobra.