“Necesitamos estar unidos en todo Latinoamérica para competir con el resto del mundo” LATAM

Por: Ricardo del Piano

“Somos uno. Somos LATAM”, fue quizás la frase que más repitió Enrique Cueto durante la presentación de la nueva pintura de los aviones y de los nuevos uniformes de los pilotos, tripulantes y funcionarios de aeropuertos, en el que quizás, fue el evento más esperado por todo el simbolismo que reunía.
Es que la consolidación o mejor dicho la unión de la región ha sido uno de los objetivos para la ahora mayor aerolínea de Latinoamérica, desde que comenzó como una pequeña aerolínea local de Chile que por motivos naturales necesita salir más allá de las fronteras para crecer. Primero aterrizó en Perú, luego por otros países como Argentina, Ecuador, Colombia, creando una verdadera red sudamericana que evocaba los anhelos de los antiguos pioneros de la aviación, quienes hace casi 100 años concebían una región unida por máquinas voladoras.
América Latina es una región diversa. Montañas, selvas, desiertos, ríos y por supuesto, las grandes distancias separan a los países y a las personas. Es una realidad que se aprecia y se siente, pese a que ciertos países puedan compartir cosas más en común que otros. Como línea aérea regional, LATAM lo sabe y en su camino le ha tocado enfrentar esta situación que a veces, puede generar diferencias en las percepciones hacia el cliente o al interior de la compañía.
Con el largo camino recorrido y una experiencia más que reconocida, Cueto minimiza que ese efecto tenga un impacto significativo hacia el futuro. “Los problemas de las culturas no están en las compañías. Están en la política y en los Gobiernos”, indica. En la misma ceremonia, destacó también que era la propia gente la que pedía que todas las aerolíneas del grupo estuvieran unidas en uno sola marca por los enormes beneficios y la comodidad que esto traía para comunicarse para relacionarse.
“La gente se emociona igual, esto que estábamos haciendo en Chile, también se estaba haciendo en Perú, en Colombia, en Argentina y para todos ellos, era lo más lindo porque nos estamos uniendo. Como línea aérea hemos podido ir construyendo eso, algo que no han podido hacer los Gobiernos ni los países”, expresa Cueto.“Necesitamos estar unidos en todo Latinoamérica para competir con el resto del mundo”.
LATAM representa el anhelo de la aviación por borrar las fronteras, generar conectividad, integración y desarrollo. Por lo mismo, la creación de una aerolínea que quiere tener una identidad latinoamericana representa un experimento o un proceso único y raro que sienta un precedente más allá de nuestras fronteras. Cueto lo dice:“Estamos haciendo historia y dando un ejemplo a la aviación mundial”.
Más que un tema de nacionalismos, para el máximo ejecutivo de la mayor línea aérea de la región, el principal problema que tiene la aviación hacia el futuro es que los Gobiernos la sigan considerando como una especie de “vaca lechera” para alimentar las arcas fiscales sin saber siquiera si esos recursos van a ser reinvertidos en el sector.
“Los Gobiernos consideran que esta industria es sólo para los ricos. Por supuesto, eso era verdad cuando esto partió (más de 100 años) y apenas iban unas 10 personas arriba de un avión. Pero hoy en día esta industria transporta a todo el mundo, los pasajes son accesibles para todo el mundo y tienen unos impuestos, como Brasil que tiene el tercer combustible más caro del mundo, puro impuesto”, dice.
Como el barco y el tren fueron los motores de conectividad en el pasado, el avión es el motor de conectividad de hoy y del futuro, único medio de transporte capaz de eliminar las barreras naturales que impone la geografía del planeta.
Con esa realidad, Cueto dice que los Gobiernos deben avanzar en la generación de herramientas que permitan que más gente acceda a viajes más sencillos, baratos y más directos, para lo cual debe haber una revisión de la carga tributaria y continuar avanzando en una liberalización de los cielos. “En vez de pensar que la aviación es como los buses para que más gente pueda transportar y comunicarse, porque es eso lo que da vida a un país, lo hacen al revés. Entonces, privaticemos el aeropuerto; en Santiago subamos las tarifas, vayan estacionarse allí y vean lo que cuesta, la tasa de embarque en algunos casos cuesta el 40% de un ticket aéreo. Cuando el impuesto está en un 10% del valor del pasaje, estamos de acuerdo, pero cuando el valor de este llega al 40% del pasaje, obviamente algo está mal”.
Cueto habla con convicción y con resultados concretos. A fines de 2006, la compañía que hoy contribuye a dar vida a LATAM hizo una revolución de la aviación al adecuar su modelo de negocios para disminuir las tarifas a precios que nunca se habían visto y democratizar efectivamente el transporte aéreo. Así hizo posible que el avión fuera accesible para el obrero, para el estudiante, para toda la familia, para el empresario, realidad que se extiende hasta hoy y que se replica en cada país donde la compañía está presente.
“Tenemos que seguir haciendo un esfuerzo porque esta es una industria que comunica. Tenemos que hacer que los viajes sean más baratos, más simples y más accesible para la gente. Ahora como LATAM te puedes parar frente al mundo, podemos tener aviones más baratos, tenemos tecnología más asequible y todo eso se trasmite al cliente. Eso es lo lindo de esta industria”, finaliza Cueto.