La NTSB señala desorientación espacial como causa del accidente del helicóptero de Kobe Bryant

De acuerdo con el informe final de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (NTSB), el accidente de helicóptero que resultó en la muerte del jugador de baloncesto Kobe Bryant, su hija Gianna de 13 años y otras seis personas el pasado 26 de enero de 2020 fue causado por las malas decisiones del piloto y una potencial «presión autoinducida» para satisfacer a su famoso pasajero.

Poco después de que el piloto anunciara que ascendería a 4,000 pies (1,200 metros) para elevarse por encima de la espesa niebla que prevalecía en la zona, el helicóptero Sikorsky S-76B con matrícula N72EX, giró a la izquierda y se hundió en una colina cerca de Calabasas, California.

«Esta maniobra es consistente con el piloto experimentando desorientación espacial en condiciones de visibilidad limitada. Percibiría incorrectamente que el helicóptero estaba subiendo cuando descendía», indicó el reporte de NTSB.

Los expertos también apuntan a la elección del piloto de no presentar un plan de vuelo de emergencia y no aterrizar en un aeropuerto más cercano para esperar a que pasaran las malas condiciones meteorológicas. Ese juicio podría haber sido causado por la «presión autoinducida del piloto para satisfacer las necesidades de viaje del cliente».

La NTSB no encontró presión externa sobre el piloto para completar el vuelo, ni por parte de Bryant ni de la compañía. La investigación no encontró ningún mal funcionamiento o falla del helicóptero.

A pesar de su experiencia con más de 8,500 horas de vuelo visual, incluidas 1,250 en el helicóptero Sikorsky S-76, la decisión del piloto de continuar “volando visualmente en condiciones meteorológicas por instrumentos, provocó su desorientación espacial y pérdida de control, lo que ocasionó el choque fatal.»

Vanessa Bryant, la viuda del jugador, había presentado una denuncia tras el accidente contra Island Express, el operador del helicóptero, por permitir que el vuelo se realizara a pesar de la niebla. Sin embargo, la NTSB concluyó que, a pesar de las malas condiciones meteorológicas, la visibilidad era lo suficientemente buena como para permitir que el piloto volara sin perder el contacto con el suelo.