La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos publicó las primeras imágenes submarinas del Boeing 737-200 de la compañía carguera Transair Cargo que amerizó frente a Oahu, Hawái a principios de este mes.
En su boletín de actualización de este viernes, la NTSB dijo que los restos se encuentran en varios pedazos en el fondo del océano. Debido las grandes profundidades, los buzos no pueden llegar al sitio para recuperar las cajas de datos de vuelo y voz de la cabina, piezas cruciales que podrían ayudar a determinar qué causó el accidente del avión carguero.
«La profundidad de los restos es demasiada para que podamos desplegar buzos … por lo que el equipo de investigación ahora desarrollará planes para recuperar la aeronave», dijo el portavoz de la NTSB, Chris O’Neil.
Utilizando un vehículo operado por control remoto para llegar a los restos, realizaron exploraciones exhaustivas del área y tomaron fotografías.
Las autoridades dijeron que los restos esparcidos están a unas dos millas de la playa de Ewa y a una profundidad de 360 a 420 pies. Se encontraron componentes principales del avión, incluido el fuselaje, las alas y ambos motores.
Los dos pilotos a bordo del vuelo 810 de Transair desde Honolulu a Kahului resultaron heridos en el accidente ocurrido el pasado 2 de julio poco después del despegue. Momentos después de haber sido rescatados, los restos del B737-200 se hundieron.
De acuerdo con la información que se tiene hasta el momento, aparentemente ambos motores fallaron antes de que el avión cayera al mar.
“Perdimos el motor número uno y vamos directamente al aeropuerto. Estamos bastante bajos en velocidad. No se ve bien”, dijo uno de los pilotos a los controladores de tráfico aéreo, según las grabaciones de audio de la torre.
Poco tiempo después, los pilotos recibieron una «alerta de baja altitud».
«¿Tienen posibilidad de ascender?» se puede escuchar a un controlador preguntando. “Negativo”, responde uno de los pilotos.
La NTSB señaló que su equipo inicial de investigadores partirá de Oahu este fin de semana después de realizar algunas entrevistas con la tripulación de vuelo, empleados de Transair y personal de la Administración Federal de Aviación (FAA).
Los investigadores también observaron los registros de mantenimiento, revisaron otro avión del transportista de carga para que pudieran familiarizarse con la configuración y descartaron cualquier problema con el combustible de la aeronave.