El pasado lunes, la administración federal de aviación (FAA) dio a conocer un nuevo plan de apoyo para países extranjeros, esto con la finalidad de poder coadyuvar con las autoridades aeronáuticas locales en materia de seguridad y poder evitar degradaciones en sus calificaciones.
Anteriormente, la FAA ofrecía asistencia solo después de que el país hubiera sido degradado. Ahora la agencia podrá trabajar con un país para abordar los riesgos de seguridad en desarrollo antes de degradarlo.
Según Reuters, la FAA notificará con antelación cualquier tipo de brecha en la seguridad aeronáutica, al mismo tiempo que limitará algunos servicios y el uso de códigos compartidos por parte de operadores extranjeros mientras revisa si es necesario realizar una degradación.
En mayo de 2021, dicha agencia degradó la calificación de seguridad de la aviación en México, una acción que impide a las aerolíneas mexicanas aumentar rutas hacia territorio estadounidenses y limita la capacidad de las aerolíneas para llevar a cabo acuerdos de mercadeo entre sí.
Aunque la FAA omitió cualquier tipo de declaración en cuanto al caso específico de México, es muy notorio que el desarrollo y desenlace de este acontecimiento se ha alargado más de lo esperado y no ha sido “un proceso fácil y rápido”, como inicialmente declararon las autoridades mexicanas.
A principios de septiembre, el presidente ejecutivo de Aeroméxico, Andrés Conesa, dijo que sus planes de expansión dependen de que la FAA regrese a México a categoría 1.
“El daño producido ha sido muy significativo”, dijo Conesa.