El combustible de aviación sostenible (SAF) es generalmente reconocido como una de las mejores apuestas de la industria aérea cuando se trata de descarbonización. Sin embargo, a un precio que puede ser entre tres y ocho veces más caro que el Jet A regular basado en combustibles fósiles. A pesar de los acuerdos de combustible sostenible muy publicitados firmados por las aerolíneas con proveedores de todo el mundo, actualmente, SAF todavía representa menos del 1% del consumo mundial de combustible para aviones.
Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), las cosas van en la dirección correcta. Sin embargo, si la industria quiere tener alguna esperanza de alcanzar su objetivo a largo plazo de emisiones cero de carbono para 2050, los incentivos y las inversiones deben avanzar. El Director General de IATA, Willie Walsh, cree que los gobiernos tienen mucho más que hacer para apoyar a las aerolíneas y la industria de la aviación en esta transición.
“Hubo al menos el triple de la cantidad de SAF en el mercado en 2022 que en 2021. ¡Y las aerolíneas usaron cada gota, incluso a precios muy altos! Si hubiera más disponible, se habría comprado. Eso deja en claro que se trata de un problema de oferta y que las fuerzas del mercado por sí solas son insuficientes para resolverlo. Los gobiernos, que ahora comparten el mismo objetivo de cero emisiones para 2050, deben implementar incentivos de producción integrales para SAF. Es lo que hicieron para lograr una transición exitosa de las economías a fuentes renovables de electricidad. Y es lo que la aviación necesita para descarbonizarse”, menciono Walsh.
Las estimaciones de IATA son que la producción mundial de SAF habrá alcanzado los 300 millones de litros en 2022. Los escenarios más optimistas han afirmado que alcanzaría los 450 litros. Esto es un aumento de 100 millones de litros en 2021, 62.5 millones en 2020 y 25 millones en 2019. Ambos escenarios, dice IATA, colocan al SAF al borde de una capacidad exponencial y un aumento de la producción hacia un punto de inflexión identificado de 30 mil millones de litros para 2030, con las políticas de apoyo adecuadas.
