Por Diego Isaid Guzmán
Durante tiempos de Guerra hemos visto los más grandes avances de la tecnología aeronáutica, sin embargo fue en la Guerra Fría que los líderes de los bloques en conflicto, Estados Unidos y la Unión Soviética demostraron su capacidad técnica en la carrera espacial y llevaron al hombre a extender su horizonte.
Cuando hablamos de aviación militar, inmediatamente la Unión Soviética y ahora Rusia figura en nuestra mente. Nombres de fabricantes rusos como Sukhoi, Mikoyan, Yakovlev, Tupolev son capaces de infundir gran respeto entre los profesionales y aficionados de la aviación, y es que no se esperaba menos del país con la segunda fuerza aérea más grande de todo el mundo, sólo superada por la fuerza aérea de los Estados Unidos de América.
A pesar de esto, la fabricación de aeronaves comerciales en Rusia no es una gran industria si se le compara con fabricantes como la estadounidense Boeing, la europea Airbus o la brasileña Embraer, que en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio- Le bourget celebrado en parís el mes de junio, lograron individualmente pedidos por más de una centena de aviones.
A inicios de este año, el último avión emblema de las aerolíneas rusas el Tupolev 154 salió de fábrica. Aviakor quien lo fabricaba finalizó su producción, y ahora sólo muy pocos operadores lo siguen volando. Para el año 2000, el Tu-154 era el avión que más surcaba los cielos de Rusia, pero ante los confiables Airbus y Boeing, poco a poco fue perdiendo la batalla. Su sucesor el Tupolev 204 solicitado por Aeroflot, intentó cubrir las necesidades de los nuevos operadores, pero su reputación a nivel mundial no ha sido la mejor.
Ahora , el gobierno de Rusia hace esfuerzos para despertar la producción de aeronaves civiles de transporte y uno de ellos fue la creación en 2006 de la United Aircraft Corporation (UAC), corporación en un 80% estatal que reúne y controla a las empresas de diseño y fabricación aeroespacial de Rusia como son Irkut, Mikoyan, Sukhoi, Ilyushin, Tupolev, Beriev y Yakovlev.
En el área de la aviación comercial, la UAC tiene como objetivo comenzar a competir en el mercado nacional e internacional con proyectos como el avión regional Sukhoi SuperJet100 que ya hemos visto volando por cielos de américa con la librea de Interjet y el próximo avión de medio alcance MS-21 desarrollado por Irkut y diseñadores de Yakovlev, que se espera comience a volar con pasajeros en el 2017.
En la edición 2013 del Salón Internacional de la Aviación y el Espacio de Rusia mejor conocido por sus iniciales en ruso como MAKS y otro de los eventos aeroespaciales más importantes a nivel mundial, el titular al mando de la UAC, Mijail Pogosyan comentó a medios de comunicación que entre sus planes estaba llegar a los mercados de Latinoamérica, India y China con productos militares y civiles además de tener también como meta en el futuro la fabricación de aeronaves civiles de fuselaje ancho.
Bombardier anunció también en MAKS 2013 sus intenciones para ensamblar el avión de pasajeros turboprop Q400 en una planta rusa en conjunto con otra empresa estatal rusa: Rostec, siempre que el pedido de más de 100 Q400 sea formalizado por los posibles clientes: las compañías de arrendamiento Ilyushin Finance y Avia Capital Services. Así mismo la canadiense firmó acuerdos con Irkut para dar soporte en la última etapa de producción del MS-21, avión que comparte el mismo motor que el futuro avión de la empresa, el CSeries.
A pocos días de que el CSeries realizó su primer vuelo, Rusia se encuentra ante competidores con mucha experiencia. Con el SuperJet100, así como con otras aeronaves, Rusia apuesta a un modelo de diseño y fabricación con proveedores de todo el mundo. Su mayor desafío será demostrar la fiabilidad de sus equipos al nivel de otros como los Airbus NEO, los 737 MAX y más específicamente con aviones de medio alcance como los E-Jets de segunda generación de Embraer, los CSeries y el futuro avión chino el COMAC C919.
Como Norteamérica y la Unión Europea, Rusia busca posicionarse como otro de los grandes productores de aviación civil a nivel internacional y reafirmar su liderazgo en cualquiera de todas las aéreas que la aeronáutica pueda englobar. Quizá sea este, un nuevo resurgimiento de la potencia en el campo aeroespacial.
