Para su tercer vuelo de prueba de altitud, el cohete Starship de SpaceX aterrizó con éxito el pasado 3 de marzo. Los dos primeros vuelos, que tuvieron lugar el 9 de diciembre de 2020 y el 2 de febrero de 2021 respectivamente, finalizaron con un aterrizaje fallido y la explosión del cohete en tierra.
Después de que se cancelara la primera cuenta regresiva, el Starship SN-10 finalmente despegó en un segundo intento. Cuando alcanzó los 10 kilómetros de altitud, los motores Raptor se apagaron y el cohete se posicionó horizontalmente para finalmente girar verticalmente antes de aterrizar en la plataforma de lanzamiento.
Si bien esta vez el prototipo logró aterrizar, la prueba aún terminó con una explosión. Después de que tocó el suelo, se inició un incendio debajo del cohete y aproximadamente 10 minutos después, la nave espacial fue enviada al aire por una violenta explosión.
No obstante, el aterrizaje exitoso aún mostró un progreso alentador, ya que SpaceX ajustó el reencendido de los motores para dar más tiempo para que el cohete maniobre. Se espera que el SN-11, que ya se está ensamblando cerca del sitio de lanzamiento, sea el que finalmente sobreviva a la prueba.
El objetivo es que SpaceX desarrolle un vehículo capaz de ir y venir al espacio, de ahí la capacidad necesaria para despegar y aterrizar verticalmente. Starship eventualmente podría hacerse cargo de las misiones del Falcon 9 y los lanzadores Falcon Heavy que actualmente usa SpaceX. Incluso podría ser la nave espacial utilizada para colonizar Marte algún día.
Los vuelos de prueba del Starship tienen lugar en Boca Chica, al sur de Texas. El área está lo suficientemente desierta como para asegurar que un accidente o explosión no cause daños ni víctimas.