La Fuerza Aérea de los Estados Unidos desplegó un WC-135W «Constant Phoenix» en la base aérea RAF Mildenhall en el Reino Unido el pasado 30 de enero de 2021. Este peculiar avión está especializado en la detección de partículas radiactivas en la atmósfera, de ahí su apodo: “the sniffer”.
El uso de un Constant Phoenix en Europa es un hecho bastante raro. El primer incidente se remonta al desastre de la planta nuclear de Chernobyl en 1986, cuando se desplegaron múltiples WC-135 para monitorear la catástrofe. Desde entonces, el rastreador solo ha visitado el continente dos veces: una en 2017 y otra en 2020. En ambos casos, la misión llevó el avión cerca de la frontera rusa.
El WC-135 se basa en el fuselaje del C-135 Stratolifter. De los 10 aviones WC-135 que se construyeron (más un EC-135C convertido en 1998), solo quedan dos, ambos operativos por el 45º Escuadrón de Reconocimiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF). Ambos son solicitados periódicamente en el Océano Pacífico, vigilando el programa nuclear de Corea del Norte. Se desconoce la misión actual del WC-135W en Europa.
Los tres aviones de observación Boeing OC-135B equipados específicamente para la aplicación del Tratado de Cielos Abiertos eran los antiguos WC-135B.
Firmado en 1992 y ratificado el 1 de enero de 2002 por los miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), el tratado permitía el monitoreo aéreo mutuo de los movimientos militares y las instalaciones estratégicas de los países signatarios. En abril de 2021, después de que tanto Rusia como Estados Unidos se retiraran del tratado, la USAF anunció el retiro de los dos últimos OC-135B.