El día de ayer, el director de American Airlines negó que la reciente alianza con Jetblue represente una fusión total y mucho menos que elimine la competitividad en el noreste del territorio.
Al momento de testificar durante el juicio antimonopolio, Robert Isom, rechazó varias afirmaciones que indican que ambas compañías actuaban como una sola en el área de Boston y Nueva York, esto después de la creación de Northeast Alliance en 2020.
El abogado del Departamento de Justicia, Bill Jones, dijo que en los cuatro aeropuertos cubiertos por la alianza, los clientes verían a JetBlue y American como una sola compañía.
«No, eso no es cierto, tenemos nuestra propia puerta. Tenemos nuestros propios aviones. Tenemos nuestros propios servicios que nos distinguen». Dijo Isom rápidamente.
El director de American discrepó tras las sugerencias de que American, la aerolínea más grande del mundo, podría haberse expandido sin JetBlue.
Según información de Reuters, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, seis estados y el Distrito de Columbia calificaron a la alianza como una «fusión de facto» en las operaciones de Boston y Nueva York, en las que coordinan vuelos y juntan ingresos en detrimento de los viajeros, los cuales terminan enfrentando US$700 millones (al año) en costos adicionales.
Para finalizar, Isom fue cuestionado sobre un correo electrónico de marzo de 2020, el cual envió al exdirector ejecutivo de Delta, Richard Anderson, donde se habla sobre la caída masiva en la demanda de viajes por la pandemia de COVID-19.