Chile, Panamá y Brasil encabezan el Índice de Competitividad de la Industria Aérea en América Latina, destacando el nivel de infraestructura, tecnología, impuesto y costo de combustible, entre otros, y en donde México ocupó el quinto lugar, debido a la cancelación del nuevo aeropuerto en Texcoco.
“No fue una sorpresa encontrar que Chile lleva la delantera en la región, dado que ha implementado políticas para permitir el ingreso de nuevos competidores, la reducción de impuestos para los viajes que ha atraído más viajeros y la adopción tecnológica que ha permitido la facilitación de muchos procesos”, esto de acuerdo con la medición realizada por Amadeus y la Asociación Latinoamérica y del Caribe del Transporte Aéreo (ALTA).
Los factores analizados son infraestructura, impuestos y tasas, la facilitación de procesos para pasajeros dentro de los aeropuertos, la liberación y apertura del transporte aéreo, la predisposición de los ciudadanos de un país para viajar y tecnología y digitalización.
Aunque México destacó por la importancia de potenciar aeropuertos secundarios dado que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) está saturado, el estudio recordó en 2009 había 125 pares de ciudades domésticas que no pasaban por esta terminal, en 2018 fue de casi 200, en cuanto a internacionales, en 2009 había 272 pares que no pasaban por la capital del país, mientras que en 2018 esta cifra fue 356.
México, que es el segundo mercado más grande de la región, ha logrado que, tanto aerolíneas tradicionales (legacy) así como las aerolíneas de bajo costo (LCC por sus siglas en inglés), atraigan miles de viajeros a aeropuertos secundarios del país como lo es Cancún.
“Sin embargo, el hecho de que CDMX cancelara la construcción de su nuevo aeropuerto fue una oportunidad perdida para ampliar su competitividad, perdiendo el potencial de convertirse en un HUB regional mucho más importante” se lee en la medión realizada por ALTA y Amadeus.
Pese a ello, junto a Brasil han hecho algo muy importante, crear HUBs (centros de conexiones) en ciudades diferentes a la capital, logrando así reducir la congestión y aportando mayor eficiencia en aire con trayectos más directos.
Para este nuevo índice, Amadeus y ALTA analizaron los países mencionados así como Colombia que se posicionó por arriba de México, mientras que Perú, Argentina y Bolivia, fueron los que ocuparon los tres últimos lugares, con un peor desempeño.
El Índice de Competitividad se realizó para identificar y analizar los diferentes factores y condiciones que afectan el desarrollo de las operaciones aéreas en un grupo de países de América Latina y entender qué condiciones conducen al crecimiento, permiten niveles de ingresos más altos y otorgan un mayor bienestar tanto para la industria como para los países.
“Nuestro objetivo es continuar realizando este índice cada año y medir cómo los diferentes países van mejorando en términos condiciones de competitividad para la industria aérea”, expusieron en el estudio.
Mientras que, en infraestructura, en Brasil son claves sus políticas de liberalización y crecimiento, en Argentina el trabajo gobierno-industria para hacer crecer el tráfico doméstico y Perú y Bolivia, trabajar en su potencial de crecimiento.
“Santiago de Chile ha mejorado mucho durante los últimos años, especialmente desde la inauguración de la nueva terminal que ha aumentado su conexión con el mundo. Colombia, a pesar de su ubicación geográfica estratégica, debe aún crecer en este rubro y en Bolivia la infraestructura aérea está muy desactualizada”, precisó el análisis.
La culminación de los trabajos en el Aeropuerto El Dorado en Bogotá, que maneja el 47% del tráfico aéreo colombiano (ocupando el primer lugar en volumen de carga en la región y el tercero de pasajeros en América Latina), ha traído grandes beneficios como manejar hasta 90 operaciones por hora en el espacio aéreo de la capital colombiana.
El país que tiene mejor desempeño en cuando a digitalización, nuevamente es Chile y esto ha influido positivamente en la reducción de costos del transporte aéreo y facilitación de procesos, mientras que países como México o Argentina muestran aún un claro rezago y potencial sin explotar.
Con este índice, se deja en claro que para competir en el mercado global la región tiene que continuar creciendo, se tiene que mejorar la infraestructura dado que es el primer paso para poder desarrollar la industria y asegurar que la experiencia del viajero sea exitosa, seguido por la implementación de nuevas tecnologías e innovación, lo que asegurará que los procesos se cumplan de la mejor manera y ayudará a garantizar comunicaciones únicas, así como reducir los impuestos y precios para incentivar el flujo de pasajeros y agilizar los procesos para reducir los tiempos de espera y embotellamiento en las terminales.