Esta semana Boeing comunicó que existen varios factores por los cuales la recuperación económica de la compañía se vería limitada, siendo sus contratos de defensa y problemas en la cadena de suministro las principales causas.
En días recientes, algunos medios de comunicación y agencias de noticias informaron sobre una reorganización en la gestión operativa dentro de la unidad de defensa de la compañía.
La compañía también recortó las estimaciones para las entregas de 737 MAX este año debido a las interrupciones en la cadena de suministro, en particular los retrasos en las entregas de motores a reacción.
Un aumento en los costos de sus contratos de defensa junto con la persistente escasez de piezas y mano de obra han puesto las cosas más complicadas para el fabricante.
Los contratos de defensa en EE. UU. en la mayoría de los casos tiene precios fijos, por lo que la dura inflación le ha costado a Boeing más de $2,500 millones de dólares en dichos contratos. Razón por la cual el congreso del país el estado promoviendo “un alivio para inflación”, el cual beneficia al fabricante.
El presidente ejecutivo, David Calhoun, dijo a los inversionistas que la compañía no está «avergonzada» por las pérdidas en sus contratos de defensa de precio fijo.
«Son lo que son, y tenemos la intención de cumplir con estos contratos y satisfacer a nuestros clientes», dijo.
En un impulso para la compañía, Alaska Airlines dijo el miércoles que comprará 52 aviones 737 MAX para entrega entre 2024 y 2027.
Boeing dijo que la demanda de aviones comerciales sigue siendo fuerte, pero la escasez de suministros está perjudicando la producción. Recortó aún más las estimaciones para las entregas MAX este año. Ahora espera entregar 375 aviones este año, menos que el objetivo anterior de «bajo 400».
Llamó a la cadena de suministro «un elemento clave del reloj» para la producción y entregas de aviones 787 también.