El día de hoy 13 de julio de 2021, Boeing anunció que recortará la tasa de producción del B787 Dreamliner debido a problemas en el proceso de fabricación informados recientemente en algunos aviones no entregados.
«La tasa de producción del B787 será temporalmente inferior a cinco por mes y volverá gradualmente a esa tasa. Boeing ahora espera entregar menos de la mitad de los B787 actualmente en inventario este año», se lee en el comunicado del fabricante.
El constructor estadounidense ha estado en discusiones con la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) sobre la “metodología de verificación para los fuselajes B787 y la realización de inspecciones y reelaboraciones asociadas”.
Durante una conferencia virtual el pasado 3 de junio de 2021, el director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, explicó que se esperaba que las tasas de producción del Boeing 787 Dreamliner eventualmente alcanzarán los niveles anteriores al COVID-19.
“Volveremos a las tasas que solíamos tener. Creemos en ese avión. No pasas de cinco a ese número de la noche a la mañana. Llegas allí en incrementos. Tenemos mucho tiempo de ciclo para organizar esos incrementos de manera adecuada, reconfigurar el flujo de aviones a través de las fábricas de manera que podamos acomodar esas tasas», explicó Calhoun.
Sin embargo, parece que se desconoce el cronograma de cuándo Boeing podría reactivar ese ritmo de producción del B787 a niveles anteriores al COVID-19, ya que una vez más enfrenta nuevos fallos de calidad.
Un problema de producción con el Boeing 787 Dreamliner se encontró por primera vez a fines de agosto de 2020, ya que parecía que la sección trasera del fuselaje de algunos equipos no podría soportar la tensión máxima, lo que lo hace más propenso a fallas estructurales mientras está en el aire.
Otro desperfecto fue encontrado en septiembre de 2020, relacionado con el empenaje de las aeronaves. Partes del estabilizador horizontal se sujetaron juntas con mayor fuerza de la que fueron diseñadas.
En mayo de 2021, luego de la solicitud de la FAA relacionada con el desarrollo y obtención de datos adicionales sobre la solución propuesta por Boeing para abordar los problemas de fabricación del Dreamliner previamente revelados, el gigante de aviones con sede en Chicago decidió detener las entregas una vez más.
«Estamos trabajando con la FAA para modificar algunos de nuestros sistemas de control de producción», explicó Calhoun a principios de junio de 2021.