El pasado lunes, el fabricante americano dijo que los operadores del Dreamliners han tenido problemas de “descamación” de la pintura en la superficie alar de las aeronaves debido a la exposición de radiación ultravioleta.
El reciente comunicado de Boeing demuestra un problema en común con los últimos aviones de materiales compuestos, ya que se une a la batalla judicial de $2.000 millones de dólares entre Qatar Airways y Airbus por el deterioro de las superficie de sus A350.
Airbus argumenta que es un problema genérico, pero inofensivo derivado de la forma en que interactúan la pintura y el carbono, mientras que la aerolínea, culpa a un defecto más profundo del A350 que podría debilitar la protección contra rayos UV.
Hasta ahora, la solución provisional de Boeing ha implicado el uso repetido de “cinta de velocidad” sobre las áreas afectadas. Eso llevó a que algunos pasajeros compartieran en redes sociales fotografías de esta “famosa cinta” y expresaran su preocupación.
Ahora, Boeing quiere que la FAA apruebe su plan para incorporar una capa superior negra que bloquee los rayos ultravioleta.
“Aunque el uso de la cinta de velocidad no tiene efecto en la seguridad del avión, el público podría percibir una condición insegura al ver la cinta en las superficies de las alas”, dijo Boeing a la FAA en un documento regulatorio hecho público el lunes.
Según Reuters, Boeing también solicitó a la FAA la aprobación de otros cambios de diseño, incluida la adición de sellos de tapa sobre las tuercas de ciertos sujetadores del revestimiento del ala del 787 porque ciertas combinaciones podrían generar fuentes de ignición en el tanque de combustible.
