Boeing finalizó de manera oficial la producción de aviones en la planta de Long Beach California el pasado 29 de noviembre con el despegue del último C-17 construido en dicha planta.
El avión de transporte pesado voló a otras instalaciones de Boeing en San Antonio, Texas, donde será entregado a la Fuerza Aérea de Qatar en 2016.
«Este es de verdad el fin de una era. Es un día triste, pero uno en el que los empleados de Boeing y proveedores que trabajaron construyeron este avión a lo largo de los años, se sentirán orgullosos.» comentó Nan Bouchard, VicePresidente y Gerente del programa C-17.
La decisión de finalizar la producción del C-17 se anunció en 2013. Desde que el C-17 despegó por primera vez el 5 de septiembre de 1991, la flota mundial de este avión ha rebasado ya las más de 3 millones de horas de vuelo, transportando tropas, ayuda humanitaria o carga de grandes dimensiones.
Boeing entregó 223 de estos aviones a la Fuerza Aérea de Estados Unidos y 48 a clientes internacionales como Canadá, Reino Unido, Australia, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Qatar, India y la OTAN.
Al mismo tiempo, se cierra la línea de producción de Long Beach, donde se han construido aviones desde la época de la Segunda Guerra Mundial, entre ellos, 3000 B-17. Aviones comerciales como los Douglas DC-8, DC-9, DC-10, el MD-11, MD-80 y finalmente el Boeing 717.
En dicha fábrica trabajaban 2,200 empleados, sin embargo, no todos perderán sus empleos. Muchos de ellos se jubilan y otros serán transferidos a otras plantas de Boeing.