Por Sergio Cervantes
El cansancio acumulado o fatiga ha sido, por mucho tiempo, una de las principales causas de accidentes aéreos. Hoy en día, las líneas aéreas a nivel mundial están desarrollando acciones que ayuden a medir y contrarrestar los efectos de la fatiga en las tripulaciones de vuelo.
La fatiga se define como el estado fisiológico en el que se reduce el desempeño mental y físico de una persona. Es provocada por diferentes motivos principalmente la falta de sueño, tanto en calidad como en cantidad, repercutiendo en la memoria a corto, mediano y largo plazo.
En México se encuentra en desarrollo una Norma Oficial que administrará las jornadas de servicio y obligar a las aerolíneas a llevar registros con el objetivo de implementar un Sistema de Administración de Riesgo y Fatiga (FRMS Fatigue and Risk Management System) PROY-NOM-117-SCT3-2015. Lo anterior, encaminado hacia la seguridad.
La aviación no sólo involucra a las tripulaciones de vuelo, sino también al factor humano que interactúa con la máquina. Para que esto ocurra hay mucha gente detrás de los aviones, las comunicaciones aéreas, pasajeros corriendo por los aeropuertos, personas encargadas de que todo en el transporte aéreo (pasajeros o carga) llegue de manera segura a su destino, pero, sobre todo, personas que están cansadas, faltas de sueño y desde luego que sufren fatiga.
A pesar de que se trabaja para realizar ajustes en la Ley de Aviación Civil Mexicana, en días recientes se aceptó de manera temporal un incremento de 90 a 100 la cantidad de horas de vuelo límite en 30 días consecutivos. Este fue el resultado de la solicitud de algunos operadores para hacer más flexibles las operaciones durante la temporada vacacional.
La pregunta es ¿qué pasa con el personal en tierra?, ¿qué pasa con las personas que trabajan bajo las inclemencias del clima en plataforma por largas horas?, ¿y con toda la gente que se mantiene frente a una pantalla de radar atendiendo el flujo de tránsito aéreo? La fatiga afecta a todo el personal que vive bajo la presión de las operaciones aéreas sin importar que se encuentren en un hangar, una plataforma o mostrador.
A lo largo de más de 15 años he observado situaciones que afortunadamente y gracias a la capacitación y el manejo de error (TEM) se han podido detectar y corregir a tiempo por trabajadores generales y pilotos, muchas veces subestimadas pero que forman parte del eslabón de la Cadena de Errores. La capacitación es para todos, debe ser constante y sin duda es clave que se tome en cuenta a todo el personal durante estos ajustes legislativos.
En mi experiencia he visto oficiales de operaciones trabajando dobles turnos, algunos por más de 7 días consecutivos. Además, personal de mantenimiento matutino continuar con su jornada y rebasar su horario de salida atendiendo aviones, en ocasiones abordan y acompañan a la tripulación en el vuelo ya que en la estación de destino no hay técnico en mantenimiento. El cansancio los vence, no serían capaces de atender una falla con la misma agudeza que lo haría un técnico bien descansado ¿verdad?
Estaremos pendientes de los avances de esta nueva normativa, mientras se encuentre en estado de Proyecto de Norma cualquiera de nosotros puede emitir recomendaciones u opiniones en beneficio de un mayor número de áreas, ¡ayudemos!, la seguridad es en beneficio de todos.
