Ante recorte de presupuesto, México podría sufrir degradación en su categoría ante la FAA

Ante el recorte previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2021, Pablo Casas Lías, abogado en derecho aeronáutico, advierte sobre el riesgo que implica a la categoría 1 con la que la Administración Federal de Aviación (FAA) califica a México y a los países con convenios bilaterales como seguros aeronauticamente.

En 2021, el PEF prevé otorgar a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) un gasto por $379.7 millones de pesos, el menor de todo el sector y aproximadamente $140 millones menos que en 2020.

México ya se ha visto en una situación similar en el pasado. Durante 2010 la FAA degradó a nuestro país al nivel 2 en donde se encuentran todo aquellos que no cumplen con la normatividad establecida por la autoridad estadounidense, siendo la falta de personal calificado el principal problema para que la entonces Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) cumpliera con las obligaciones en los convenios internacionales pactados.

Ante este hecho, Pablo Casas Lías, explica que el gobierno en aquel entonces puso en marcha el incremento del presupuesto para que DGAC pudiera recuperar su categoría 1.

“En efecto, el problema fundamental fue que no había presupuesto para contar con el suficiente personal calificado, para que la DGAC cumpliera con sus obligaciones pactadas en convenios internacionales”, explica Pablo Casas Lías, abogado en derecho aeronáutico.

A lo largo de los dos años de la gestión de la actual administración en el país, diversas dependencias han experimentado una situación similar a la que ahora vive la autoridad aeronáutica, desde el sector salud hasta el de educación.

“Hoy, con el presupuesto otorgado a la AFAC para 2021, ronda nuevamente la sombra de la degradación por parte de la FAA. Hay que ver que en lo que va de la presente administración, la AFAC, ha sido, como autoridad, omisa y complaciente con los operadores aéreos, aeroportuarios y, en general, con el sector. Lo más sensible son las aerolíneas, que con independencia de si sus problemas financieros son consecuencia o coincidencia de la pandemia, como autoridad no ha hecho valer sus facultados, al grado de que hay aerolíneas al borde de la quiebra, trabajadores próximos a ser despedidos, pasajeros perdidos en la PROFECO, proveedores al desamparo, es decir la historia de siempre”, indicó Pablo Casas Lías.