El primer ministro francés Jean Castex fue interrogado durante una sesión parlamentaria de preguntas al gobierno sobre la decisión de mantener vuelos desde Brasil a pesar del aumento de casos de COVID-19, especialmente de la variante P1.
«Cualquiera debe presentar una prueba negativa antes de embarcar, y realizar un período de aislamiento de 10 días”, explicó el primer ministro francés.
“Observamos que la situación está empeorando y hemos decidido suspender todos los vuelos entre Brasil y Francia hasta más adelante», agregó posteriormente Jean Castex.
Hasta ahora, Air France realizaba dos vuelos diarios entre Francia y Brasil: un Boeing 777 desde Río y un Airbus A350 desde Sao Paulo, ambos con destino al principal aeropuerto de París, Charles de Gaulle. En promedio, entre 50 y 100 pasajeros llegaban de Brasil todos los días.
Los países vecinos de Brasil, así como varios otros países europeos, incluidos Portugal, Italia y el Reino Unido, ya han suspendido los vuelos procedentes de Brasil. El país latinoamericano enfrenta una explosión de casos, con más de 60,000 muertes en marzo de 2021. Según cifras oficiales, en total, 330,000 personas han muerto por el virus COVID-19.
La variante P1, observada por primera vez en Brasil, es motivo de preocupación, ya que podría ser hasta 2.5 veces más contagiosa que la cepa original. Varias indicaciones también sugieren que la cepa P1 afecta a pacientes mucho más jóvenes que las otras variantes, como reveló la Asociación Brasileña de Cuidados Intensivos el 11 de abril de 2021, indicando que más de la mitad de los pacientes en cuidados intensivos en el país tenían menos de 50 años.