Con la sostenibilidad convirtiéndose cada vez más en un objetivo crucial para el crecimiento de la aviación, gran parte del enfoque inicial se ha centrado en el desarrollo de combustibles sostenibles. Pero un nuevo informe publicado hoy por la Asociación de Industrias Aeroespaciales (AIA) junto con la consultora Accenture destaca los avances en el diseño, la tecnología y la construcción de aeronaves que también deben lograrse para que la industria cumpla con los objetivos de descarbonización.
Dado que se espera que la cantidad de pasajeros aéreos en todo el mundo se duplique en las próximas dos décadas, es probable que, sin acción, las emisiones relacionadas con la aviación aumenten en un 40% en ese lapso.
Horizonte 2050: un plan de vuelo para el futuro de la aviación sostenible proporciona un análisis en profundidad de las tecnologías en desarrollo, su potencial de reducción de emisiones y la entrada en servicio estimada (a través de una lente de corto, mediano y largo plazo).
Para 2030, se espera que se afiancen las mejoras en la propulsión de combustible tradicional, como los turbofans con engranajes y los motores de núcleo de relación de alta presión, junto con los avances en el diseño de los dispositivos de punta de ala y pequeñas costillas. Durante la próxima década, el informe predice que la propulsión híbrida eléctrica será más común, con un uso cada vez mayor de compuestos avanzados.
Más allá de 2040, se prevé que la propulsión de hidrógeno y las celdas de combustible brinden ahorros en las emisiones de gases de efecto invernadero, junto con innovaciones estructurales como la entrada en servicio de fuselajes de alas combinadas y alas transónicas reforzadas.
El informe concluye que el apoyo del gobierno será vital para fomentar el desarrollo de esas tecnologías e incluye una hoja de planificación para dar forma a los estándares de la industria para garantizar su incorporación rápida y segura.
“No existe una bala de plata cuando se trata de lograr el objetivo de la industria de cero emisiones netas de carbono para 2050. Los cambios drásticos en las operaciones y la infraestructura de los aeropuertos, las compensaciones y los combustibles de aviación sostenibles y, de manera crucial, las tecnologías aeroespaciales de vanguardia tienen un papel que desempeñar para hacer realidad este objetivo”, dijo David Silver, vicepresidente de AIA para aviación civil y coautor del informe.
