El pasado miércoles, Boeing logró sumar el apoyo de un senador republicano y el de un importante cliente, esto con la finalidad de extender el plazo de certificación de las dos variantes del MAX, el 737 MAX 7 y 10.
Según información de Reuters, el senador Lindsey Graham está promoviendo una iniciativa que propone adjuntar la extensión necesaria para el MAX a un proyecto de ley de gastos.
«Vamos a luchar lo más que podamos para que Boeing tenga la oportunidad de demostrar que el avión funciona y funciona bien», dijo Graham al margen de un evento.
El presidente ejecutivo de United Airlines, Scott Kirby, también respaldó la extensión y dijo que es más seguro tener un solo sistema de alerta para los equipos de la familia MAX. «Cambiar la cabina es un mal resultado de seguridad», dijo Kirby a CNBC.
Actualmente, United opera equipos Boeing y Airbus y tiene pedidos por equipos MAX 10 y A321NEO, sin embargo, Kirby mencionó que la demora en el MAX podría derivar en una importante preferencia por el fabricante francés, afectando a los trabajadores estadounidenses de Boeing.
A principios de este mes, el senador Roger Wicker intentó (sin éxito) adjuntar a un proyecto de defensa una extensión hasta septiembre de 2024 para Boeing.
Los sindicatos de pilotos también han emitido sus posturas, por su parte, los pilotos de Southwest dan apoyo a la extensión, mientras que los tripulantes de American Airlines se oponen a dar apoyos al fabricante.
Las últimas semanas han sido muy críticas, pues las familias de las víctimas de ambos accidentes fatales han impuesto mucha presión para no dar extensión al MAX. De igual forma, el Capitán «Sully» comentó al respecto del tema: La FAA «debe exigir la instalación de modernos sistemas de alerta para la tripulación»