Las aerolíneas rusas están empezando a desmantelar algunos aviones para obtener piezas de repuesto, esto debido a las fuertes sanciones que occidente ha establecido en todo tipo de industrias a Rusia.
Las sanciones impuestas a Rusia han impedido que sus aerolíneas obtengan repuestos o bien realicen mantenimiento en occidente.
La agencia de noticias Reuters informó que al menos un Sukhoi Superjet 100 de fabricación rusa, un Airbus A350 (prácticamente nuevo), un par de Boeing´s 737 y al menos un Airbus A320 todos operados por Aeroflot, están actualmente en tierra y siendo desarmados.
Los Sukhoi Superjets ensamblados en Rusia también dependen en gran medida de las partes extranjeras, específicamente para sus motores y avionicos.
Las nuevas generaciones de aviones (A320neo, A350 y Boeing 737 MAX y 787) tienen tecnología que debe actualizarse constantemente.
Algunas fuentes en occidente mencionaron que dentro de un año de la entrada en vigor de las sanciones, será un «desafío» mantener los aviones modernos en servicio, incluso para la base de ingeniería altamente desarrollada y competente de Rusia.
La práctica de quitar piezas de una aeronave para mantener otra en vuelo se conoce como convertir los aviones en «árboles de Navidad». Aunque no es una práctica común, se asocia con mayor frecuencia a dificultades financieras y nunca ha ocurrido en la escala que la reorganización de las aerolíneas Rusas tendrán que abordar.
Casi el 80% de la flota de Aeroflot consiste en Boeing (134) y Airbus (146), junto con casi 80 aviones Sukhoi Superjet-100 fabricados en Rusia.
Según datos de Flightradar24, el 15% de la flota de Aeroflot, incluidos los jets varados por las sanciones, no han despegado desde finales de julio.
El plan de desarrollo de la industria de la aviación rusa hasta 2030 estimó que Rusia podría enfrentar los mayores desafíos con el A350 y la serie Q de Bombardier, ya que el mantenimiento se lleva a cabo en el extranjero.
La aerolínea, que una vez se situó entre las principales a nivel mundial, ahora depende del apoyo estatal, según datos de la propia aerolínea en el segundo trimestre de este año hubo una caída del %22 en el tráfico de pasajeros respecto al año anterior, luego de que las sanciones le impidieron volar a la mayoría de los destinos occidentales.