Por Humberto Lagunes
Hace unos días se anunció la posibilidad de que Aeromar podría convertirse en la “Aerolínea del Bienestar”. Esta aerolínea mexicana, con más de 30 años en el mercado aéreo mexicano, ha sufrido mucho en la pandemia, sobreviviendo principalmente por el apoyo de sus empleados. Sin embargo, más allá de analizar la difícil situación a la que se enfrenta, el anuncio de la actual administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador pone al descubierto un tema sumamente complejo y polémico.
En este blog trataré de explicar de forma objetiva las ventajas y desventajas de tener una aerolínea operada por el gobierno.
En el pasado era muy común que los países contaran con aerolíneas propias. Por ejemplo, grandes líneas aéreas como British Airways y Lufthansa eran antes operadas y administradas por sus respectivos gobiernos. A pesar de que a finales del siglo 21 muchas fueron privatizadas, la pandemia ha mostrado un ligero pero consistente revés a este paradigma. Una aerolínea puede ser operada por un gobierno desde el comienzo de su existencia o puede ser comprada, como se plantea con Aeromar y como sucede en otros países con el ejemplo en Latinoamérica con Aerolíneas Argentinas.
Contexto actual
Hoy en día, alrededor del 2.5% de las aerolíneas son operadas por el estado. Sin embargo, en la actualidad, debido a la difícil situación por la que atraviesan los operadores aéreos, muchos países han considerado nacionalizarlas u obtener gran parte de sus acciones a cambio de una inyección de capital para sobrevivir. Esto se esta dando principalmente en Europa, en donde empresas como TAP Portugal, Condor y Air Serbia podrían pasar a manos del estado.
El caso de Aeroméxico
En México ya tuvimos una aerolínea operada por el estado, Aeroméxico. Esta aerolínea mexicana fue operada por el gobierno mexicano desde su fundación en 1934 hasta su privatización en 1990. Sin entrar en el debate de si fue o no la mejor decisión, demos un vistazo a las cifras. En 1988, Aeroméxico estaba en bancarrota, y estuvo en tierra por más de tres meses. Entre las razones de esta situación estaban una huelga, una mala administración del gobierno y la poca eficiencia operacional, entre otros factores. En pocas palabras, lo que llevó a Aeroméxico a quebrar era que no era competitiva ni se acercaba a los estándares internacionales.
Lo que este ejemplo muestra es que, si una aerolínea operada por estado no recibe la inversión suficiente para ser competitiva con los estándares actuales y no es atractiva para los pasajeros, esta destinada al fracaso. En México también Mexicana de Aviación fue operada por el gobierno en el pasado, pero si un gobierno no es capaz de tener una aerolínea rentable, puede afectar las finanzas públicas.
El modelo de sustitución de exportaciones cambió al neoliberalismo en México, y aunque este tema es sumamente polémico, desde mi punto de vista, si se tienen leyes competitivas que aseguren la libre y justa competencia, es mejor que las aerolíneas sean operadas por terceros para que haya inversión y sean competitivas.
El caso de British Airways e Iberia
La situación en Europa no fue muy diferente a la de México. En 1987, British Airways fue privatizada. Las razones; baja productividad, exceso de empleados, pérdidas sostenidas y objetivos políticos de la entonces primer ministro Margaret Thatcher. Tras su privatización, empezó a crecer a niveles agigantados.
El caso de Iberia no fue diferente. Una estrategia fallida de compra de Aerolíneas Latinoamericana y una pésima gestión la llevaron a ser privatizada en 2001.
Lo que mostraron todos estos casos es que una aerolínea operada por el estado no es la mejor idea, debido a que incurre en un peso financiero para los países, y esta limitación de inversión de los mercados internacionales deriva en una baja inversión en innovación.
¿Qué hacer si una aerolínea esta al borde de la quiebra?
Hay muchos casos en los que los gobiernos deciden privatizar una aerolínea con el fin de que no quiebren. Por ejemplo, Alitalia, operada por el gobierno italiano, es uno de los casos mas recientes de análisis. El dilema es que los países no deben dejar que sus aerolíneas banderas desaparezcan, por los efectos negativos que esto implica.
Desde mi punto de vista, en estos casos, es importante buscar como primera instancia al sector privado, y si por la situación de la aerolínea no es posible, considero que es muy importante hacer un análisis muy detallado de la situación de la aerolínea para determinar los costos/beneficios de que el gobierno la salve.
En conclusión, podemos observar que en muchas ocasiones es mejor que las aerolíneas sean operadas por el sector privado. Aunque este tema valdría para escribir un libro, puesto que hay algunas excepciones como el caso de Emirates o LOT Polish, creo que este artículo es un comienzo par motivarte a investigar más acerca del tema
Y tú, ¿Crees que una aerolínea operada por el gobierno en México es una buena idea?
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