El pasado 5 de noviembre, la policía fronteriza holandesa arrestó a cientos de activistas climáticos quienes irrumpieron en el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam en Países Bajos.
Más de 100 manifestantes vestidos con trajes blancos y organizadas por grupos ambientalistas, ingresaron el fin de semana pasado a la zona de aviación ejecutiva en el aeropuerto de Schiphol como parte de un día de manifestaciones en la terminal aérea y sus alrededores
“Queremos menos vuelos, más trenes y la prohibición de vuelos de corta distancia innecesarios y jets privados”, dijo Dewi Zloch, líder de la campaña holandesa de Greenpeace, quienes son uno de los grupos involucrados
Greenpeace explicó que Schiphol es la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono en los Países Bajos, emitiendo 12 mil millones de kilogramos al año.
El grupo Extinction Rebellion también estuvo involucrado en la acción. Cientos de otros manifestantes portaban carteles en la sala principal del aeropuerto y sus alrededores las cuales mostraban los mensajes «Restringir la aviación» y «Más trenes».
De acuerdo con medios internacionales, aproximadamente tres horas después de que comenzara la protesta, la policía fronteriza comenzó a arrestar a los activistas, algunos de los cuales fueron arrastrados a los autobuses que esperaban luego de resistirse pasivamente al arresto.
“Nos tomamos esto muy en serio. Estas personas enfrentan cargos relacionados con estar en un lugar donde no deberían haber estado”, dijo el portavoz de la policía fronteriza holandesa Robert Van Kapel.
Van Kapel detalló que los activistas fueron llevados a varias oficinas de la policía fronteriza alrededor de la terminal aérea donde fueron procesados e identificados. Agregó diciendo que ningún vuelo comercial se vio afectado por la protesta.
También hubo informes de policías fronterizos que abordaron a varios activistas en bicicleta cuando intentaban escapar.
Greenpeace dijo que la policía fue “demasiado dura con los activistas en bicicleta” y que al menos una persona resultó herida en la cabeza.
En respuesta a la protesta, Schiphol dijo que su objetivo es convertirse en un aeropuerto libre de emisiones para 2030 y apoya los objetivos para que la industria de la aviación alcance cero emisiones netas para 2050.
El viernes, en respuesta a una carta abierta de Greenpeace, el nuevo director ejecutivo del aeropuerto de Schiphol, Ruud Sondag, admitió que el cambio debía ocurrir más rápido.
El gobierno holandés anunció planes en junio de este año para limitar los vuelos anuales en el aeropuerto a 440,000, aproximadamente un 11% por debajo de los niveles de 2019, citando la contaminación del aire y las preocupaciones climáticas.
El ministro de transporte de Países Bajos, Mark Harbers, dijo al parlamento en octubre que su oficina no podía controlar el creciente tráfico de aviones privados y que el gobierno estaba considerando el incluir el tema en su política climática.
Más de 120 líderes mundiales asistirán a las conversaciones climáticas de la ONU de este año en el centro turístico costero de Sharm el-Sheikh, en el Mar Rojo.
Extinction Rebellion ha estado advirtiendo sobre el impacto ambiental de los viajes aéreos durante muchos años y, en octubre de 2019, un manifestante subió a un avión de British Airways en el aeropuerto de London City recostándose sobre la aeronave. Otros activistas organizaron una manifestación en la entrada del aeropuerto durante el tercer día de protestas en Londres en ese momento.
