Por: José Suárez V.
228,000 dólares al año fue la cifra que se atrevió a dar Gastón Azcarraga en agosto de 2010 a todos los medios de comunicación argumentando que era lo que percibían en promedio los pilotos de Mexicana de Aviación; cifra que pronto desmentiría el sindicato de pilotos.
Este mismo año, y como resultado de tan polémicas declaraciones, se responsabilizó a Azcarraga si algo llegara a sucederle a cualquier piloto de México como consecuencia de haber revelado cifras tan exageradas.
Ese año se dijo también que en Estados Unidos se logró bajar un 30% el salario de los pilotos argumentando las condiciones que prevalecían en ese entonces, incluyendo el alza en el precio del petróleo. Mientras tanto las aerolíneas en México hacían su tarea y lograban contratos más productivos. En términos generales podemos decir que en casi cualquier sector los trabajadores han sacrificado mucho por la productividad de sus empresas. Pero ¿Hasta dónde podemos estirar esta liga?
Hace algunos meses al hablar de “Si lo haríamos gratis” platicamos de la realidad en la curva de la oferta y la demanda en mano de obra calificada para la aviación. Hoy en día vemos en México a prácticamente todas las aerolíneas con esta liga que está a punto de romperse.
Vemos a pilotos de líneas aéreas de bajo costo peleando cosas tan sustanciales como los viáticos, en donde en algunos casos no los hay. Vemos a pilotos que han sido leales a sus empresas recibir como paga ver a nuevos pilotos contratados con mejores condiciones laborales.
Al parecer ha habido un importante despertar de ambas partes; por un lado, se ha visto unidad por parte de los pilotos en las aerolíneas donde les era más difícil pronunciarse, y por otro lado las aerolíneas se están dando cuenta que no es tan rentable ni tan productivo que el personal calificado esté renunciando.
Es triste ver como una gran cantidad de pilotos en México tiene sus ojos puestos en Asia y en los Emiratos Árabes Unidos, es triste ver también que en este país tengamos que emplear nuestra energía en pelear cosas tan básicas como lo es un uniforme.
Dijo Gordon Bethune, CEO que se encargó de sacar a Continental de la quiebra, “puedes hacer una pizza tan barata como para que ni se te antoje comerla, así como puedes hacer una aerolínea tan barata como para que ni se te antoje volar en ella”. En su libro From Worst to First: Behind the Scenes of Continental’s Remarkable Comeback habla de la importancia que tienen los trabajadores dentro del desempeño general de una empresa, remarcando que si logras que se pongan la camiseta estas teniendo gran parte del éxito asegurado, pues son ellos quienes cuidarán de tu empresa y de tus clientes.
Por otro lado, Sir Richard Branson, dueño de las aerolíneas Virgin dijo que hay que “Entrenar tan bien a la gente para que se pueda ir, pero tratarla tan bien para que se quiera quedar” realidad bastante distinta en países donde los pilotos son de los mejores entrenados, pero no los mejores tratados.
Trabajar hoy en día en una industria como la aviación significa arriesgarse a estar “arriba o abajo”… ¿Cuántos de nosotros no hemos visto a nuestras empresas ganar, perder y en el peor de los casos hasta quebrar?
Hace unos días llegó al correo de EnElAire la carta de un grupo de pilotos manifestando su descontento por la contratación de nuevos pilotos en su empresa, los cuales están ingresando con condiciones superiores a las que tienen los pilotos ya existentes. Esta medida está siendo adoptada por la mayoría de las aerolíneas con el objetivo de hacer crecer aceleradamente la plantilla de pilotos ante el incremento de operaciones que se avecina.
De esta forma se busca hacer atractiva a una aerolínea para los potenciales empleados pero no para los actuales empleados, al mismo tiempo que representa un reto para la industria al querer encontrar una forma de retener a su personal.
Las preguntas de fondo son: ¿Dónde están los pilotos?, ¿Es esta falta de pilotos la que está causando que las aerolíneas estén buscando quitarse personal entre sí? Una de las cosas que más lacera a la industria en la actualidad es el interés del personal de buscar crecimiento fuera del territorio nacional, ¿por qué? Simplemente por eso… porque el ingreso de la mayoría de los pilotos en México no es competitivo si es comparado contra el de pilotos de aerolíneas extranjeras.
Pilotos existen, basta con ir a cualquier escuela de aviación para comprobar que cada día hay pilotos en formación con la ilusión de encontrar un buen trabajo y no de encontrarlo por descarte de opciones.
Formar parte de una aerolínea de bajo costo no significa tener salarios de bajo costo, al contrario, significa que se va a trabajar más y mejor por un salario justo. Vemos el caso de una de las low cost más exitosas como Southwest en donde los pilotos tienen de los mejores salarios y prestaciones a nivel mundial, y a la cual el personal está orgulloso de pertenecer.
Es cierto que en 2010 muchas aerolíneas flexibilizaron sus contratos para ayudar a sus empresas, labor que se reconoce pues los empleados de la aviación históricamente han velado por sus propias empresas. Pero también es cierto que en 2015 los empleados, sobre todo en Estados Unidos, han solicitado recuperar algunas de las clausulas perdidas viendo que las condiciones han mejorado sustancialmente en sus aerolíneas.
Esta es hora de crecer en México y en América Latina. Estamos por iniciar 2016 con nuevos retos, pero también con nuevos y más aviones, pongámonos la camiseta de nuestra empresa para dar lo mejor de nosotros mismos y busquemos que la aviación se ponga también en nuestros zapatos.
Si en México hubiera gente que incluso ganara los 228,000 dólares a los que se refería Azcárraga en 2010, ¿cuál sería el problema? ¿Está mal que aún haya trabajos honestos bien pagados?
Y ustedes, ¿volarían en manos de un piloto preocupado por su situación financiera?
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