Rusia prohibió los vuelos de la aerolínea estatal egipcia EgyptAir pormotivos de seguridad tras la catástrofe aérea a finales de septiembreen la península del Sinaí de un avión ruso con 224 pasajeros a bordo.
Rossaviatsia, la agencia de aviación civil, comunicó al aeropuerto internacional de Domodédovo su decisión, que entrará en vigor mañana sábado, según informaron fuentes aeroportuarias.
Según fuentes de la agencia, el motivo es la ausencia en EgyptAir, el principal operador de vuelos entre ambos países, de un programa de seguridad aérea.
Nada más conocerse la noticia, EgyptAir procedió a cancelar los vuelos, según un portavoz de Domodédovo, el mayor aeropuerto del país.
Incluso después de la catástrofe del Airbus ruso, que EU y el Reino Unido consideran muy probablemente un atentado terrorista, la compañía egipcia había informado de su interés en incrementar los vuelos entre El Cairo y Moscú de tres a diez por semana.
La decisión de Rossaviatsia tiene lugar después de que supuestamente el grupo yihadista Estado Islámico amenazara a Rusia con una campaña de atentados terroristas en un video, cuya autenticidad no fue confirmada por el Kremlin.
El presidente ruso, Vladímir Putin, suspendió el 6 de septiembre todos los vuelos a Egipto, el principal destino turístico para los rusos, después de que esa decisión fuera adoptada primero por el Reino Unido.
La decisión ha supuesto un duro revés para la industria turística egipcia, que depende en gran medida de los ingresos que dejan los rusos.
El Kremlin informó esta semana que esa suspensión se prolongará durante varios meses, hasta que la parte egipcia garantice las medidas de seguridad exigidas por las autoridades rusas.
Con todo, el ministro de Transporte, Maxim Sokolov, insistió esta semana en que Rusia carece de «pruebas fidedignas» que respalden la versión de EU y el Reino Unido de que un atentado terrorista fue la causa de la catástrofe del Airbus.
«Ni la comisión gubernamental ni la comisión técnica disponen a día de hoy de datos fidedignos de que pudo tratarse de un atentado terrorista», dijo.
El jefe del Gobierno ruso, Dmitri Medvédev, fue el primero en aludir abiertamente a esa versión en una entrevista publicada esta semana con el diario «Rossískaya Gazeta».
Los servicios secretos británicos, que han proporcionado datos secretos al respecto a la parte rusa, y estadunidenses creen que una bomba fue colocada en la bodega del avión ruso que se estrelló en el Sinaí después de despegar de Sharm el Sheij.
La rama egipcia del grupo terrorista Estado Islámico ha insistido en atribuirse el derribo del avión ruso, aunque no ha ofrecido detalles.
No obstante, tanto el presidente ruso como las demás autoridades han mantenido desde el principio un riguroso silencio sobre las causas de la tragedia, la mayor en la historia de la aviación rusa.
Por su parte, la compañía aérea estatal rusa Aeroflot informó que suspenderá el 1 de diciembre los vuelos de retorno de los turistas que aún se encuentran descansando en Egipto, de donde han regresado ya más de 50 mil rusos.
Por motivos de seguridad los equipajes están siendo enviados en aviones de carga fletados por los ministerios de Defensa y de Situaciones de Emergencia, y la aerolínea Volga-Dnepr.
*Con información de Excelsior