La aerolínea escandinava SAS, cuyos principales accionistas son los gobiernos de Suecia y Dinamarca, se mantiene a flote tras anunciar el pasado lunes un acuerdo con el fondo de capital riesgo Apollo Global Management, que le proporcionará una inyección de $700 millones de dólares, lo que facilitará el proceso de reestructuración de la empresa.
El 5 de julio, Scandinavian Airlines inició un proceso de quiebra en los Estados Unidos para su empresa matriz y algunas de sus subsidiarias, en un esfuerzo por acelerar su plan integral de transformación comercial. Scandinavian Aviation Systems (SAS) registró una pérdida de $377 millones de euros en la primera mitad de su año fiscal (noviembre-abril).
SAS dijo en un comunicado que el acuerdo de financiación con Apollo aún está sujeto a la aprobación del Tribunal de Quiebras de EE. UU.
«Con este financiamiento, estaremos en una sólida posición financiera para continuar respaldando nuestras operaciones en curso a través de nuestro proceso de reestructuración voluntaria en los Estados Unidos», dijo Carsten Dilling, presidente del directorio de SAS.
Las acciones de la aerolínea subieron con fuerza en la primera mitad de la sesión bursátil, subiendo más del 18%. Aún así, las pérdidas acumuladas en Bolsa en los últimos meses han sido considerables. En comparación con 2019, el valor de estos títulos cayó un 64%.