Por Diego Aquino
Es bien sabido que entre los meses de junio y julio de este año, han ocurrido miles de retrasos y cancelaciones de vuelos alrededor del mundo. Para comprender la magnitud del caos, únicamente el fin de semana de celebraciones por el 4 de julio en Estados Unidos existieron alrededor de 25,000 vuelos retrasados y casi 3,000 cancelados. A nivel mundial el número de vuelos retrasados alcanzan los 100,000. Sin olvidar la crisis de COVID-19 que la Organización Mundial de la Salud todavía categoriza cómo pandemia, existe un factor que añade una importante participación en este caos en el sector aéreo: La escasez de tripulantes aéreos. Han sido múltiples las razones que siguen alimentando esta escasez, pero enumeramos las principales:
COVID-19
Durante el inicio de la pandemia, la industria aérea tuvo que realizar todos los cambios necesarios para continuar operando. Todas las aerolíneas del mundo llevaron a cabo reestructuraciones financieras sin precedentes, cancelando pedidos de aeronaves, recortando personal, brindando opciones de jubilaciones anticipadas o incluso descansando sin goce de sueldo (furlough) a millones de empleados por todo el mundo; todo esto con el fin de disminuir sus gastos operativos drásticamente y sobrevivir. Algunas de esas aerolíneas, lamentablemente, no lo lograron.
Jubilaciones
Anteriormente la edad máxima para volar internacionalmente como piloto aviador era de 60 años, pero en décadas anteriores se autorizó el ampliar este número 5 años más, demostrando que a esta edad (65 años) todavía se cumplían con las capacidades psicofísicas para realizar las funciones diarias de un piloto aviador. En un inicio parecía la solución perfecta para afrontar una escasez de pilotos, sin embargo en los años siguientes las instituciones internacionales argumentaron que únicamente sería una solución temporal. Y tal cual fue, que hemos llegamos al ciclo en donde el 32% de los pilotos a nivel mundial se jubilarán en los siguientes 8 años de acuerdo a datos estimados por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA).
Recuperación del sector aéreo
Con el levantamiento de las restricciones de viajes internacionales y la distribución de la vacuna contra el COVID-19 a nivel mundial, se observa un panorama optimista, el cual incluso en algunos lugares del mundo alcanzan y superan niveles pre pandémicos. En los Estados Unidos durante la primera semana de julio se registró un aumento en los viajes del 19% en comparación al mismo mes del año 2019. A nivel internacional la IATA estima que durante el año 2022, la recuperación será de aproximadamente 83% respecto a niveles previos a la pandemia.
A pesar de ser datos positivos; resulta un enorme reto para las aerolíneas reincorporar a los empleados que fueron cesados de sus labores durante los dos años anteriores. Un tripulante aéreo tarda mínimo 3 meses en reincorporarse a sus labores debido a todos los requerimientos de capacidad (cursos y exámenes) que deben cumplir antes de volver a los cielos. Y ante la sorpresiva recuperación durante el verano, las aerolíneas buscan de manera desesperada tripulantes que se unan a sus filas.
Rotación de personal (regionales sufren más)
De acuerdo a la IATA, las aerolíneas esperan incorporar 17,000 pilotos por año en los próximos 12 años. Una cifra sorpresiva tomando en cuenta que el promedio de contrataciones a pilotos por año a nivel mundial es de 9,000.
Debido a las mejores condiciones laborales que ofrecen, las principales aerolíneas internacionales atraen más tripulantes por año y no sufren las consecuencias con tal gravedad como las aerolíneas regionales, que incluso han tenido que cancelar frecuencias a aeropuertos de gran afluencia y abierto nuevas rutas a poblaciones más pequeñas al no cumplir con las altas demandas de las grandes ciudades. Esto debido a la alta rotación de personal que padecen.
Sin duda, se aproxima una gran ola de oportunidades para las nuevas generaciones de tripulantes, claro… siempre y cuando la autoridad aeronáutica de cada país se encuentre a la altura.
Diego Aquino Ramírez
Primer Oficial en equipos Embraer 190. Ingeniero Aeronáutico egresado de la Facultad de ingeniería del Instituto Politécnico Nacional, con especialidad en Operaciones Aéreas y Seguridad Integral en la Aviación Civil. Co-fundador de AVI-8 MX.