Las autoridades turcas se esfuerzan por proteger una de sus industrias más críticas, ya que el sector turístico del país continúa sufriendo como resultado de la guerra en Ucrania.
Turquía es uno de los destinos favoritos de los turistas rusos. En 2022, la Asociación de Agencias de Viajes de Turquía (TURSAB) esperaba alrededor de 7 millones de rusos, alcanzando con esto niveles previos a la pandemia a medida que se levantaban progresivamente las restricciones internacionales. Del mismo modo, también se pronosticaba que alrededor de 2 millones de turistas de Ucrania visitaran el país.
Los viajeros de Ucrania y Rusia representaron más de una cuarta parte de todos los turistas que llegaron a Turquía en 2021.
Sin embargo, con el estallido de la guerra en Ucrania, este pronóstico optimista tuvo que ser revisado. Las sanciones internacionales impuestas a Rusia provocaron la cancelación de miles de reservas.
De acuerdo con medios turcos, el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, el Ministerio de Transporte e Infraestructuras y el Ministerio de Finanzas están considerando varias medidas para hacer frente a las sanciones internacionales y el desplome del rublo que trastornó los planes de vacaciones de muchos turistas rusos.
Se llegó a un acuerdo con Turkish Airlines y Pegasus Airlines en virtud del cual se comprometieron a proporcionar respectivamente 1.5 millones y 0.5 millones de asientos a pasajeros rusos. Además, las autoridades turcas están considerando la creación de una nueva aerolínea chárter con base en Antalya dedicada al turismo ruso, que podría agregar 1 millón de asientos más.
Para respaldar la afluencia de pasajeros, se otorgarán $300 millones de dólares en préstamos garantizados por el estado a operadores turísticos turcos establecidos en Rusia, como Anex, Pegas y Coral.