El día de hoy, un carguero Boeing 747-400 de Silk Way Airlines quedó inmóvil sobre una calle de rodaje del aeropuerto de Hong Kong luego de abortar la carrera de despegue debido a la falla en uno de los motores.
El avión de 15 años de antigüedad con matrícula VP-BCV, se encontraba por realizar el vuelo 7L-748 desde Hong Kong a Bakú, Azerbaiyán, cuando uno de sus motores Pratt y Whitney PW4056 falló durante el despegue. Al ser alertados de la falla, la tripulación detuvo rápidamente la aeronave desalojando la pista 25L hasta la última calle de rodaje disponible. Como resultado del calor extremo generado por la repentina frenada, las ruedas del tren de aterrizaje principal se desinflaron dejando al avión varado al detenerse.
Los servicios de emergencia asistieron al jumbo en donde se aplicó agua al tren de aterrizaje para evitar que se iniciara un incendio. No se produjeron víctimas mortales ni heridos durante el incidente.
Una foto de la parte trasera del motor Pratt and Whitney muestra daños severos.
El incidente se suma a una serie de fallas que han afectado al motor de la serie Pratt y Whitney PW4000 en los últimos años. Fue solo en febrero de 2021 que un Boeing 777 de United Airlines, que operaba el vuelo UA-328 y también equipado con motores PW4000, presentó una violenta falla en el motor minutos depués del despegue.
Después del incidente del vuelo UA328, los reguladores de seguridad de la aviación de todo el mundo ordenaron inspecciones de emergencia de los motores PW4000. Estos motores se pueden encontrar en aviones Boeing 777, 747, 767, MD-11 y Airbus A300, A310 y A330. El incidente del vuelo UA328 dio como resultado que la FAA aconsejara a las aerolíneas que dejaran de operar los 777 equipados con estos modelos de motores hasta que se completaran las inspecciones. Las autoridades japonesas siguieron, y ANA y Japan Airlines dejaron en tierra todos los aviones equipados con la serie de motores.
En otro incidente en febrero de 2021, un avión de carga Boeing 747, nuevamente equipado con motores PW4056, arrojó álabes del motor sobre la aldea de Meerssen en Países Bajos. Los residentes informaron fuertes explosiones con llamas antes de que las piezas de metal comenzaran a caer sobre la aldea.