El pasado 6 de junio, el Boeing C-32 designado como «Air Force Two» para el transporte de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se vio obligado a regresar a su aeropuerto de salida debido a una falla en la aeronave.
El avión acababa de despegar de la Base Conjunta Andrews cerca de Washington DC y se dirigía a Guatemala para el primer viaje internacional de la vicepresidenta de Estados Unidos, sin embargo, a pocos minutos de haber despegado, se detectó un problema técnico. Un periodista a bordo dijo que se escuchó un ruido extraño proveniente del tren de aterrizaje.
El vuelo aterrizó de regreso y de manera segura en la Base Conjunta Andrews.
«Todos dijimos una pequeña oración, pero estamos bien», dijo Harris a los periodistas.
Después de dos horas, los ocupantes abordaron el C-32 de respaldo el cual voló con éxito a Guatemala.
El C-32 es un Boeing 757 modificado. Se utiliza principalmente para el transporte del vicepresidente de Estados Unidos. También puede ser utilizado por el presidente para vuelos domésticos o cuando necesite aterrizar en aeropuertos más pequeños que no podrían albergar el VC-25A, el Boeing 747 conocido como “Air Force One”.
Casualmente, este incidente se produce una semana después de que el Departamento de Defensa de Estados Unidos abandonara la idea de reemplazar la flota C-32. En 2019, la Fuerza Aérea y la Armada americana realizaron una evaluación de su avión de comando aerotransportado, así como de su flota de transporte VIP.
En su estimación presupuestaria 2022 publicada en mayo de 2021, el Pentágono dijo que, luego de un análisis de alternativas, el programa de Recapitalización del Transporte Ejecutivo C-32 “concluyó en septiembre de 2020 sin impacto ni acciones para la flota C-32”.
Sin embargo, la misma evaluación encontró que el E-4B Nightwatch, también conocido como Centro Aerotransportado de Operaciones Nacionales, necesitaría ser reemplazado.
El informe agregó que la flota de Boeing 747-200 militarizados «enfrenta brechas de capacidad, disminución de las fuentes de fabricación, aumento de los costos de mantenimiento y obsolescencia de las piezas a medida que se acerca al final de su vida útil».