El Tribunal Superior de Ontario dictaminó que los misiles que derribaron el vuelo PS752 de Ukraine International Airlines en Irán fueron disparados intencionalmente en un acto de terrorismo.
El 8 de enero de 2020, el Boeing 737 de Ukrainian International Airlines se estrelló poco después del despegue del aeropuerto internacional de Teherán, Irán, matando a las 176 personas a bordo. Entre las 176 personas, 82 eran iraníes, mientras que 63 eran canadienses que volaban de regreso a casa vía Ucrania. El resto de los fallecidos eran ciudadanos ucranianos, suecos y británicos.
En su informe final, la Organización de Aviación Civil de la República Islámica del Irán concluyó que se cometió un «error humano» al configurar un radar del sistema de defensa aérea de Teherán. Debido a ese error, se mostró que la ruta del vuelo PS752 se dirigía directamente a Teherán, en lugar de alejarse de la ciudad.
Según el ejército iraní, los sistemas de defensa antimisiles estaban en alerta máxima alrededor de Teherán esa noche. Horas antes del accidente, el ejército iraní había lanzado más de 12 misiles sobre bases estadounidenses en Irak, en represalia por la muerte de Qasem Soleimani, el comandante de los servicios especiales iraníes, en un ataque con drones. El ejército de Irán esperaba represalias de Estados Unidos.
Pero para el juez Edward Belobaba, juez de la Corte Superior de Justicia de Ontario, los misiles se dispararon en un momento en que no había ningún conflicto armado en la región. Por lo tanto, argumentó que los misiles fueron disparados deliberadamente contra el vuelo PS752 de Ukraine International Airlines, en un acto de terrorismo. Su fallo se basa en dos informes de expertos, uno escrito por Ralph Goodale, asesor especial de Canadá en este caso, y el otro firmado por el Relator Especial de las Naciones Unidas.
Los estados extranjeros generalmente se benefician de la inmunidad en Canadá, donde no pueden ser demandados en procedimientos civiles, con la excepción de los países que se considera que apoyan el «terrorismo». Ese fallo permitirá a los familiares canadienses de las víctimas reclamar una indemnización a Irán. Canadá e Irán no comparten relaciones diplomáticas formales desde 2012.
El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní reaccionó al fallo judicial, diciendo que no tenía fundamento y que Canadá no tenía jurisdicción.
“El veredicto no tiene fundamento y no tiene documentos y razones objetivas. Todo el mundo sabe que la corte canadiense no tiene jurisdicción sobre este accidente aéreo», declaró Saeed Khatibzadeh, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní.