El gobierno francés canceló el proyecto para construir una nueva terminal, T4, para el aeropuerto Roissy-Charles-de-Gaulle (CDG), citando preocupaciones ambientales. La construcción de la cuarta terminal que previamente estaba prevista para 2037 habría aumentado la capacidad del aeropuerto más grande de París y el segundo más ocupado de Europa en 40 millones de pasajeros al año. El costo de la expansión se estimó entre €7,000 y €9,000 millones de euros.
La ministra francesa de transición ecológica Barbara Pompili, dijo a medios locales que a la luz de los problemas ambientales y el tráfico aéreo que la pandemia redujo, el proyecto dejó de ser prioritario en la agenda del gobierno.
“El gobierno ha pedido a ADP (Aéroports de Paris, operador del aeropuerto Charles de Gaulle) abandonar su proyecto y presentarle uno nuevo, más acorde con sus objetivos de combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente”, dijo Barbara Pompili.
La cancelación se produjo después de que un proyecto de ley llamado «Clima y Resiliencia» fuera presentado al gobierno francés el pasado 10 de febrero de 2021. Si el Parlamento lo apoya, la ley prohibirá la creación o ampliación de aeropuertos a partir de 2022 «si resultan en un aumento neto, después de la compensación, en emisiones de gases de efecto invernadero”.
El proyecto de ley también incluye la prohibición de vuelos domésticos si estos se pueden realizar en tren como alternativa en trayectos de menos de 2.5 horas.
Se dieron tres pautas para el nuevo proyecto de ampliación: un acceso más fácil en tren para permitir una reducción de los vuelos domésticos, una reducción del consumo de energía y la adecuación de la infraestructura a aviones de hidrógeno y eléctricos.
Para este último objetivo, las autoridades de Airbus, ADP, Air France-KLM y París lanzaron una convocatoria de manifestaciones de interés “para explorar las oportunidades que genera el hidrógeno en los aeropuertos de París con el objetivo de descarbonizar las actividades de transporte aéreo”.
El proyecto explorará soluciones para el almacenamiento de hidrógeno líquido y gaseoso, la diversificación de su uso en varios sectores de la operación aeroportuaria y el reciclaje de hidrógeno.
“Los aeropuertos tienen un papel clave que desempeñar para permitir esa transición, a partir de hoy, y esperamos que esta iniciativa de innovación abierta fomente el desarrollo de soluciones y proyectos creativos”, comentó Jean-Brice Dumont, vicepresidente ejecutivo de ingeniería de Airbus.
El desarrollo del sector del hidrógeno fue una de las condiciones para el plan de apoyo de Francia a la industria aeroespacial, anunciado por el ministro francés de Economía y Finanzas Bruno Le Maire el 9 de junio de 2020. De los €15,000 millones de euros asignados para ayudar a aliviar el impacto de la pandemia por el COVID-19 se dedicaron casi €1,500 millones de euros en ayuda pública durante tres años para impulsar a «la descarbonización del tráfico aéreo mundial».
Recordemos que en septiembre de 2020 Airbus dio a conocer tres aeronaves concepto impulsadas por hidrógeno en los que la compañía se encuentra trabajando.
“Este es un momento histórico para el sector de la aviación comercial en su conjunto y tenemos la intención de desempeñar un papel de liderazgo en la transición más importante que esta industria haya visto jamás”, comentó Guillaume Faury en ese momento.