Durante un ejercicio de entrenamiento el pasado 22 de septiembre, un avión de combate ruso Su-30 fue derribado por otro avión. Ambos pilotos lograron eyectarse con éxito.
Un día después de que el Ministerio de Defensa ruso informara que uno de sus aviones de combate Su-30 sufrió un percance, medios locales dieron a conocer dicho que el avión fue derribado por fuego aliado.
«Según datos preliminares, el Su-30 fue golpeado accidentalmente durante los simulacros por otro avión», dijo una fuente de servicios de emergencia a la agencia de comunicación TASS.
Otras fuentes informan que fue atacado por un Sukhoi Su-35, que le disparó un misil. El avión se estrelló en una zona boscosa de la región de Tver, cerca de la frontera rusa con Bielorrusia.
En abril de 2017, un avión de combate ruso MiG-31 se estrelló durante una misión de entrenamiento después de ser derribado por su propio compañero.
