La Fuerza Aérea de Israel anunció que ha dejado en tierra a toda su flota de aviones de combate F-15 luego de un incidente la semana pasada en el que una canopy, la cubierta transparente de la cabina, se desprendió cuando se encontraba volando a 30,000 pies de altitud, forzando a la tripulación a realizar un aterrizaje de emergencia. Los dos ocupantes, que habían despegado de la base de Tel Nof para una misión de entrenamiento, resultaron ilesos.
Representantes de la Fuerza Aérea dijeron que por la temperatura de hasta -45°C a esa altitud y los fuertes vientos, la tripulación se encontró en peligro, por lo que todos los vuelos de entrenamiento quedan suspendidos hasta que se concluya una investigación.
La Fuerza Aérea publicó en YouTube un vídeo con audio en hebreo del momento del incidente, en el que se puede escuchar al piloto y al navegador gritando y solicitando regresar a la base más próxima. En la conversación, los dos tripulantes confirmaron que se encontraban bien y solicitaron a la base aérea de Nevatim encender las luces de la pista para el aterrizaje.
De acuerdo con medios locales, no se detectó ninguna señal de problema antes de que se desprendiera la cubierta ni se encendió alguna luz de advertencia. El piloto y su navegador «manejaron el evento bajo las complicadas circunstancias» dijo el Departamento de Defensa de Israel. «En una decisión en conjunto por la tripulación, luego de que entendieron la importancia del incidente y considerando que podían controlarlo para aterrizar de forma segura, reportaron el incidente y se dirigieron a la base más próxima para el aterrizaje».
Los dos tripulantes recibieron una evaluación médica tras el incidente y se encontró que ambos estaban en buenas condiciones.
